En Lucena, unas 2.000 personas siguen recibiendo apoyo alimenticio y de otras necesidades ,desde las Cáritas parroquiales. Este jueves se ha llevado a cabo el segundo reparto del mes de septiembre , tras el parón vacacional de agosto, mes que no hubo reparto.

Antonio Hidalgo Sirvent, coordinador de las Cáritas de la parroquia de Santo Domingo, informa de que se mantiene la cifra de personas atendidas, que dependiendo de las campaña temporeras de recogida de frutos del campo, vienen oscilando a lo largo de año, pero que este año dadas las dificultades de la pandemia se están agravando las necesidades. Hidalgo manifiesta que “estamos a las puertas de un otoño difícil”, y a la vez destaca que la situación de apoyo por parte de instituciones es buena, tanto del Banco de Alimentos como del Ayuntamiento, que habilitó una partida de 50.000 euros ante la situación del Covid-19, a la que esperamos se vuelva a habilitar otra, dadas las necesidades”.

Según los datos aportados por esta entidad, el 75% de estas personas son españoles, mientras que un 25% corresponden a ciudadanos de otras nacionalidades. A los que atiende Cáritas desde las cinco parroquias de Lucena se suman cerca del centenar que utilizan a diario el comedor social Virgen de Araceli, junto a la iglesia de la Sagrada Familia en El Valle.

Hay que destacar la función social del comedor social Virgen de Araceli de Lucena, que durante estos meses se está viendo desbordado desde el momento en que se inició el estado de alarma por el coronavirus, el pasado mes de marzo. El párroco de la iglesia de la Sagrada Familia, Fernando Martín Gómez, que se encuentra al frente de este comedor, destaca que cuentan con una importante nómina de colaboradores voluntarios de la sociedad lucentina, en la que ahora cofradías como la del Cristo de la Sangre se han sumado como voluntarios ante la imposibilidad de que algunos de los colaboradores habituales asistan, por ser personas consideradas de alto riesgo.

Fernando Martín apunta que "desde que se inició esta nueva situación, la cifra de atendidos se ha duplicado y no ha cesado de incrementarse, atendiéndose actualmente a un centenar. El reparto de alimentos para la jornada se realiza a mediodía en unas tarteras compradas para este reparto, en el que se incluye alimentos para el almuerzo y la cena, para ser consumidos en sus hogares, algunos de ellos personas transeúntes sin hogar. En el reparto de alimentos se establecen distancias preventivas para la recogida, de cara a evitar contagios. Del mismo modo, todo el voluntariado está provisto de guantes y mascarillas durante su tiempo de trabajo.