El pasado 2 de octubre era, en el calendario baenense, el viernes de feria en época precovid. Este año la situación sanitaria dejó a Baena Baenasin feria, pero comenzó otra fiesta que ayer dejó a más de uno una terrible resaca. En ese momento la asamblea del PSOE, con su nueva secretaria general local, María Jesús Serrano, aprobaba trabajar para conseguir una moción de censura que desalojara al PP de la Alcaldía de Baena. Días después era la asamblea de IU Baena la que, por unanimidad, se sumaba a esta iniciativa. Ese mismo día Iporba, o lo que es lo mismo, Luis Moreno, movía ficha y su asamblea iniciaba un expediente disciplinario contra el otro concejal del partido, Alfonso Rojano. Algo que ha sido fundamental para llevar al resultado de ayer. Y tres jornadas después, otro viernes, la concejala socialista Lola Ruiz, que había disputado la secretaría general del PSOE de Baena a Serrano, presentaba su dimisión, lo que frenaba las intenciones de PSOE e IU.

Todo esto llevó a que la alcaldesa, Cristina Piernagorda, recibiera el apoyo y la visita de distintos líderes del PP, que en un pleno el propio Luis Moreno calificó de «romería». También desde Ciudadanos, la otra parte del equipo de gobierno, recibieron el apoyo de los suyos, de manera especial de Fran Carrillo.

En el pleno de octubre la Corporación tomaba conocimiento de la renuncia de Lola Ruiz, y una sesión extraordinaria el 11 de noviembre facilitó que tomara posesión la nueva concejala socialista. Solo un día más tarde se presentó la moción, firmada por los cinco concejales del PSOE, los tres de IU y el de Iporba. Desde entonces, han sido unos días intensos en los que el PP anunciaba que había pedido asesoramiento jurídico al Congreso. Desde distintos frentes, tanto PP como Cs apelaban al renovado Pacto Antitransfuguismo. Y a ello se sumó el anuncio precipitado de Iporba sobre la expulsión definitiva de Alfonso Rojano.

En esto, IU comunicó desde Córdoba que no apoyaría una moción de censura en la que participara un concejal no adscrito, ante lo que la alcaldesa reclamó al secretario un informe sobre la condición del edil, que cuestionó una vez emitido.

En una hábil maniobra, convocó un pleno extraordinario previo al pleno de la moción y el resultado ha sido el fracaso de esta y el «bochorno» de todos.

Aunque esta histórica jornada sí ha traído un cambio en el tablero del pleno, porque el equipo de gobierno queda en minoría. Es obvio que en la oposición se sientan ahora nueve concejales que se han mostrado unidos todos estos días. Junto al equipo de gobierno solo queda Luis Moreno, desde Iporba, que en estos días ha trabajado junto al equipo de gobierno forzando la expulsión de Alfonso Rojano y apostando claramente contra una moción de censura desde la izquierda.

De nuevo, como hizo el día que se constituyó el pleno, se ha situado junto a PP y Cs. Y no hay que olvidar, pensando en futuro, que la clara división del pleno no parece que pueda facilitar que se lleve a cabo el pacto de gobierno que firmaron PP y Cs en junio del 2019, por el cual se produciría un cambio de alcalde a los dos años.

Ahora toca recoger los pedazos rotos, recomponerse y ponerse a trabajar por Baena y, de manera especial, por las personas que se han visto especialmente afectadas por la situación de pandemia y crisis económica.