La Diputación intenta frenar el riesgo de que haya más pueblos fantasmas en la provincia de Córdoba con la celebración de las jornadas Estrategias y políticas europeas para frenar la despoblación de los municipios, que reunió ayer en su salón de actos a expertos nacionales y europeos, junto con alcaldes de pequeñas localidades cordobesas.

Para el presidente de la Diputación, Antonio Ruiz, que inauguró las jornadas, «este problema ocurre no sólo en España, sino en todo el sur de Europa. Esta jornada sirve para buscar soluciones y atajar esta situación que tiene que ver con el desempleo y la búsqueda de oportunidades». Antonio Ruiz concretó que tanto en la capital cordobesa como en Lucena hay un aumento de población, pero que en zonas rurales de Córdoba sí se está produciendo un descenso de habitantes.

Según el último informe de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) del año pasado un total de 1.840 municipios rurales españoles se encuentran en riesgo de desaparición, y de ellos 11 son cordobeses.

Ruiz precisó que esta problemática «rebasa las competencias de la administración local y requiere una implicación de todas las administraciones», siendo la primera medida necesaria «!a búsqueda de fondos de la UE».

En esta línea, el presidente de la Diputación de Córdoba firmó el documento titulado #CohesionAlliance, por una política de cohesión fuerte en la UE después deL 2020, que solicita que el presupuesto de la UE después de este año haga que la política de cohesión sea más fuerte, eficaz, visible y accesible para todas las regiones de la Unión Europea.

La jornada forma parte del programa europeo Reflexionar sobre Europa, que promueve el Comité de Regiones, y contó con la presencia también del presidente de la Comisión de Diputaciones, Cabildos y Consejos Insulares de la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP), Francisco Reyes, y del presidente de la comisión Coter del Comité Europeo de Regiones, Petr Ovald,

Para Francisco Reyes, la despoblación debe considerarse como un «problema de Estado» y para que la gente permanezca en el lugar en el que ha nacido no «basta con infraestructuras, sino que hay que convertir los territorios en oportunidades».

Por su parte, Petr Ovald insistió en que la despoblación afecta a la cohesión europea y su propuesta es abordar este problema de la forma «más democrática posible».