La Plaza de la Merced acogió anoche el tradicional Concurso de Destreza en el Oficio en las modalidades de Venencia y Volteo, impulsado por el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Montilla-Moriles. La cita, que cada año reúne a los mejores venenciadores de la comarca y a las jóvenes promesas del oficio, sirvió para poner el broche de oro al fin de semana más intenso de la Fiesta de la Vendimia.

Desde las 21.30 de la noche, y en el escenario instalado en la céntrica plaza del barrio de El Gran Capitán, venenciadores de todas las edades -con especial concurrencia de los alumnos de la Escuela de Venenciadores de Moriles- participaron en un concurso que persigue mantener vivo un oficio que, en su origen, tenía por misión extraer una pequeña cantidad de vino sin dañar la capa superficial de las botas al objeto de catalogar su calidad y su estado de conservación.

Ante un jurado formado por miembros del Ayuntamiento de Montilla, del Consejo Regulador y de las bodegas y cooperativas del marco Montilla-Moriles, los venenciadores mostraron su profesionalidad en el arte de la venencia, así como en el volteo, en este caso para concursantes mayores de 18 años.

Además de su destreza, el jurado valoró a lo largo de la celebración del concurso aspectos como la indumentaria de los participantes -muchos de ellos ataviados con trajes de corto-, además de la limpieza en el trabajo, la técnica y la dificultad de los ejercicios -muy condicionada por el viento-, así como, en el caso de la categoría senior, su conocimiento sobre la DOP Montilla-Moriles, respondiendo a algunas cuestiones planteadas por el jurado.

Los galardones de este año constaron de un primer premio de 250 euros, trofeo y estuche de botellas de la DOP Montilla-Moriles en la categoría senior; un segundo premio de 150 euros, y un tercero, que recibió un diploma, trofeo y estuche de botellas de la DOP Montilla-Moriles. Por su parte, los premios de la categoría junior estaban dotados de diploma y trofeo para los tres primeros venenciadores.