La celebración en Priego el próximo mes de octubre de una jornada de ámbito regional sobre el despoblamiento ha vuelto a poner sobre la mesa un tema de calado y de gran interés para el futuro de un número importante de municipios cordobeses.

No en vano, desde el año 2011 la provincia ha perdido la nada despreciable cifra de 16.889 habitantes, bajando de la barrera psicológica de los 800.000, superados ampliamente en el 2009, hasta situarse en los 788.219 habitantes recogidos en la última revisión del padrón municipal del Instituto Nacional de Estadística (INE). Si a ello unimos que cada vez nacen menos cordobeses y que la media de edad se está elevando en el último lustro, podemos llegar a la conclusión de que los cordobeses cada vez somos menos y más viejos.

Este comportamiento demográfico tiene especial significado en las once poblaciones con menos de 1.000 habitantes con las que cuenta Córdoba, y entre las que Fuente la Lancha, con 345 habitantes (dos nacimientos y nueve defunciones en el 2017), es la menos poblada de ellas. Precisamente en la zona norte de la provincia es donde se sitúan varios de los municipios cordobeses menos poblados y sobre los que el fenómeno de la despoblación planea desde hace años, como es el caso de El Guijo (355), Valsequillo (367), Conquista (418), La Granjuela (474), Villaharta (662), Los Blázquez (691) y Santa Eufemia (794), que en las dos últimas décadas ha perdido un 33% de su población, siendo porcentualmente la localidad de la provincia que más ha visto disminuir sus habitantes desde 1996, año en el que, según el INE, contaba con 1.204 empadronados.

En el sur de la provincia, dos ejemplos también muy significativos de este fenómeno los encontramos en Fuente Tójar (705) y Zuheros (644). En el caso del municipio tojeño, se han perdido 154 habitantes desde 1996, mientras que en la vecina Zuheros la sangría poblacional ha sido continua en los últimos 22 años, contabilizándose en la actualidad 286 habitantes menos que en 1996, lo que porcentualmente se traduce en un 30,75%. Similar comportamiento, aunque a menor escala, han registrado las localidades más pobladas de la provincia, en las que, a excepción de Puente Genil, la revisión del padrón constata el tercer descenso consecutivo en lo que al número de sus habitantes se refiere. Por su importancia, destaca el caso de Baena, en la que se registraron 259 empadronados menos que en el 2016, lo que mantiene a la localidad de la comarca del Guadajoz y Campiña Este por debajo de la simbólica franja de los 20.000 habitantes.

Significativas han sido también las pérdidas registradas en Priego (-158), Montilla (-156), Cabra (-147), Lucena (-104) y Palma del Río (-79). En lo que respecta a la capital, tampoco ha sido ajena a esta sangría poblacional y durante el año 2017 perdió 693 habitantes, situándose actualmente en los 325.916.