El peligro de derrumbe que presentaba la zona trasera de la conocida Casa de las Obispas de Pozoblanco, que va a ser rehabilitada para construir un centro parroquial, ha obligado esta semana a demoler esa parte, lo que ha provocado algunos cortes de tráfico en la calle Mayor.

El edificio de finales del siglo XIX, con casi 900 metros cuadrados, cuenta con una fachada de granito que dispone de protección urbanística por su antigüedad y una parte trasera con dependencias secundarias. Es propiedad de la Iglesia desde que la donaran las hermanas Moreno Pozuelo, sobrinas del Obispo Pozuelo. La rehabilitación y construcción de nuevos espacios se ejecutará en dos fases.

Esta semana se podría conocer el resultado del estudio de la estructura del edificio principal, lo que posibilitaría acabar el proyecto e iniciar la primera fase de las obras. Esto, en palabras de párroco de la iglesia de Santa Catalina, José María González, podría ocurrir este verano.