El propietario de una explotación agrícola ubicada en el término municipal de Priego, en las estribaciones de Sierra Leones, en concreto en uno de los márgenes de la CP-8209, ha denunciado ante la Guardia Civil la tala, durante la noche de uno de los primeros días del mes de octubre, de los troncos de cincuenta y siete olivos que fueron plantados el año pasado en dos parcelas de su propiedad.

El corte de los plantones estuvo acompañado de la colocación de un cartel en el que, con letras recortadas de revistas y periódicos, se leía la siguiente frase: «Saca tu terreno del coto o te quedas sin olivos y nada de montería».

Según ha indicado a CÓRDOBA el propietario de los terrenos, la Guardia Civil de Priego, tras personarse en el lugar de los hechos para fotografiar los daños, retirar los objetos dejados por los autores de los hechos denunciados y redactar las correspondientes denuncias, inició la investigación, dando parte de lo acontecido a la patrulla del Seprona del cuartel de la Guardia Civil de Rute, informando al resto de cuarteles de la comarca con la intención de incrementar la vigilancia.

El hecho ahora denunciado no es el primero que se produce en la zona ya que, a raíz de lo ocurrido, el propietario indicaba que tras diversas gestiones realizadas, «hemos tenido constancia de los hurtos de diferentes cuantías en distintas propiedades del término municipal de Priego». Asimismo, señalaba que en una de ellas fueron talados 15 plantones, y 108 olivos de cuatro años en otra posterior, en la que además resultaron rajados todos los fardos utilizados para la recolección, cortando también 24 plantones en otra parcela, a cuyo propietario le rociaron con pintura negra su vehículo.

OTROS ACTOS VANDÁLICOS/ Dentro de esta serie de hechos, también han tenido constancia de la sustracción de objetos personales del interior de otros coches estacionados en un olivar, inutilización por disparos de escopeta de dos placas y la caja de registros eléctricos de una instalación solar, el sellado con una puntilla del candado de una cochera perteneciente a un cazador, e incluso el envío a otro propietario de una amenaza con la fotografía de una bala.

Para el propietario, los daños que han sufrido «podrían ser mayores si en un futuro incumplimos sus imposiciones, consistentes en que si no segregamos nuestra finca de la Sociedad de Cazadores Federada de Priego de Córdoba Coto San Nicasio, nos quedaremos sin olivos», como así se recoge explícitamente en el cartel que encontraron en una de las parcelas afectadas y cuya imagen reproducimos sobre estas líneas.

En este sentido, este periódico intentó durante la jornada de ayer ponerse en contacto con el presidente de citado coto, ya que varios integrantes de la junta directiva del mismo han sufrido también hurtos y destrozos en sus propiedades, siendo infructuosos todos los intentos realizados.

DISTINTAS HIPÓTESIS/ Mientras continúa la investigación iniciada por la Guardia Civil, el propietario del terreno afirma desconocer por completo el motivo de los hechos denunciados y, por supuesto, la identidad de los autores, barajando distintas hipótesis que no quiso dar a conocer públicamente.

Tras iniciarse la investigación, el agricultor se muestra esperanzado en que el trabajo que la Guardia Civil está realizando, «con la profesionalidad y eficacia que acostumbra, genere también en esta ocasión los resultados que ellos y todos los afectados deseamos». Por ello, añade que mantendrán la paciencia, «y prestaremos nuestra colaboración del modo que nos indiquen en todo momento».

Igualmente, este afectado confía en que, mientras duren las pesquisas, «no se produzcan más sucesos de similares características que pudiesen afectar a otros agricultores de la zona o a sus patrimonios».

Junto al esclarecimiento de los hechos denunciados ahora, el propietario del terreno añade que resultaría «conveniente y necesaria la revisión y adaptación del Código Penal a este tipo de delitos, en los que cada vez más se vuelve a confundir lo ajeno con lo propio, la libertad con el libertinaje, y las normas establecidas con la injustificable apropiación indebida de unos derechos que creen merecer atribuirse en exclusividad para ejercer el robo, el vandalismo, la extorsión, la intimidación o el sometimiento».