Este verano, la actividad en torno a la Cueva del Ángel «está resultando frenética y, a diferencia de años anteriores, el trabajo se ha centrado en los últimos tres meses en el inventariado y clasificación de todo el material arqueológico hallado en las campañas de excavación de años anteriores, por los que se remitirán 45.000 piezas a la delegación de Cultura de la Junta». Así lo ha confirmado el director arqueológico del yacimiento, Cecilio Barroso, quien ha recordado que en los trabajos ha participado, junto a los responsables técnicos de la entidad, un grupo de estudiantes voluntarios llegados de la Universidad de Vizcaya en México e investigadores de Cádiz. La realización del inventario ha dejado tiempo para atender visitas de arqueólogos y paleontólogos como la cursada por un grupo de investigadores del proyecto vinculado a la Cueva de Altamira.

El alcalde de Lucena, Juan Pérez, ha visitado junto a Barroso las instalaciones cedidas recientemente por el Ayuntamiento a la Fundación Instituto de Investigación de Prehistoria y Evolución Humana, encargada del estudio arqueológico del yacimiento. Estas instalaciones, dentro del complejo educativo de Los Santos, se distribuyen en dos plantas, en una de las cuales se ubica el banco de ADN humano antiguo procedente de la Cueva del Ángel, formado por colecciones de restos humanos procedentes de la Covacha y de la Sima del Ángel, en porcentajes no vistos hasta ahora en Europa.

Cecilio Barroso ha manifestado que «las nuevas instalaciones nos aseguran espacio suficiente para el trabajo que tiene por delante la Fundación para sacar el máximo provecho a este yacimiento».

Según el calendario previsto, el próximo verano habrá una nueva fase de excavaciones, concluyendo así el programa autorizado por la Junta. De forma paralela, se avanzará en la redacción de un nuevo plan general de excavaciones para que, una vez aprobado por el Gobierno andaluz, pueda llevarse a cabo en los próximos años.