La aparición del cuerpo sin vida de María José Pallarés ha causado dolor entre los vecinos de la comarca. La presa de El Arenoso se encontraba tranquila durante la jornada de ayer. Algunos vehículos de periodistas de diferentes medios asomaban por el puente del pantano para realizar tomas del lugar. Un buitre sobrevolaba la zona esperando alcanzar una presa fácil. Así se respiraba en una jornada de lluvia y de tristeza, cuando se conoció que esta mujer encontró su destino final en este lugar donde la paz y la tranquilidad rebosa por los cuatro costados. Los familiares habían iniciado una campaña de petición de ayuda en las redes sociales para localizar a María José Pallarés, en especial en Twitter y Facebook. Concretamente, su nieto Álvaro señalaba sobre la desaparición a MiraCorredor que «tuvo que irse de madrugada porque mi abuelo dice que él se despertó y no estaba. Comprobamos que se había ido, pero no imaginábamos que no iba a volver». Sin embargo, el autor ahora confeso del crimen lo tenía todo orquestado. Eso sí, no pareció tener en cuenta que por muy escarpado o escondido que fuera el lugar, el cuerpo aparecería, lo delataría y lo forzaría a presentarse ante la Guardia Civil antes de que fuera buscado y detenido.

Las redes sociales recogen a lo largo de estos días la repulsa y el dolor ante este hecho, que ha tenido su final en una comarca en la que la lucha contra la violencia de género es una de sus principales acciones. La alcaldesa de Montoro, Ana María Romero, dijo ayer a este periódico que sentía tristeza, indignación, incomprensión y dolor «por un crimen brutal, y de nuevo contra una mujer», mostrando su más enérgica repulsa.

También trasladó en nombre de Montoro y de la corporación municipal sus condolencias a los familiares y amigos de la víctima. Romero añadió que «debemos ser capaces de acabar con la violencia contra las mujeres; es una plaga que nos está destrozando como sociedad».

Por último, pidió a las mujeres que tengan el menor indicio de sufrir violencia de género que se pongan en contacto con el 016, «y cualquier persona que tenga sospechas, vea o escuche un maltrato contra una mujer o sus hijos, lo denuncie». Esta última víctima eleva a 41 las mujeres muertas en España. R.C.A.