El Pleno del Ayuntamiento de Baena aprobó ayer una moción conjunta de los grupos políticos municipales para otorgar la medalla de la ciudad a las Escuelas Profesionales de la Sagrada Familia. Un «merecido honor y distinción» por la labor desarrollada durante los 75 años desde su fundación, «merecimiento conocido por todos y en cuyo agradecimiento se adopta este acto municipal de reconocimiento».

En la sesión extraordinaria y urgente del Pleno se leyó la moción en la que se recordaba que el sacerdote jesuita padre Rafael Villoslada se propuso la creación de una institución que, en el duro contexto de la posguerra civil, «donde el hambre, la pobreza, el abandono, el aislamiento político-económico y la incultura eran las notas más relevantes», se ocupase de la formación profesional de niños pertenecientes a las clases más desfavorecidas, «de manera que el alumno que entre párvulo en sus aulas, salga con un oficio o profesión aprendida».

El padre Villoslada consiguió, a finales de 1941, que el Ayuntamiento aportara doscientas mil pesetas de entonces en cuatro anualidades «para el establecimiento de un centro cultural de enseñanza, denominado Escuelas Profesionales de la Sagrada Familia, que abarcaría la primera, la media y otras disciplinas superiores, además de la Escuela de Artes y Oficios.

En torno a 40.000 alumnos han pasado por las diferentes enseñanzas que se han impartido: academia San Luis Gonzaga para Bachillerato (clausurada en 1952), enseñanza primaria y parvulario, EGB, preescolar, internado, oficialía industrial, incluyendo iniciación profesional (ramas de mecánica agrícola y automovilismo), bachillerato laboral (agrícola y ganadero), formación profesional (rama automoción, química, electricidad, moda y confección, administrativo), reforma, cursos de FPO, tutorías de alfabetización, coordinación de becarios del reaseguro, hasta las enseñanzas de la actualidad, en las que cuentan con 1.305 alumnos.