Desde su llegada a la ciudad de la Virgen de Araceli , patrona de Lucena y del Campo Andaluz, tras su sorpresiva bajada en la madrugada su Real Santuario de Aras hasta la iglesia mayor de San Mateo, centenares de devotos visitan la venerada imagen de la Virgen en su altar.

La Archicofradía de la Virgen de Araceli está llevando a cabo un control riguroso de las visitas para cumplir estrictamente las medidas de seguridad de esta pandemia. Por ello, a la entrada a la iglesia se facilitan mascarillas y gel hidroalcohólico de uso obligatorio bajo el control de hermanos y miembros de la junta de gobierno cuyo hermano mayor es Rafael Ramírez Luna.

La Virgen de Araceli preside el retablo mayor de la parroquia de San Mateo para recibir a sus hijos después del confinamiento del estado de alarma que ha impedido que pueda estar en su ciudad para celebrar sus fiestas junto a su pueblo. Una visita de la que se han alegrado todos los lucentinos y sobre la que el gremio de la hostelería ponía de manifiesto el revulsivo que está suponiendo para el sector desde su llegada.

La parroquia de San Mateo estará abierta de lunes a viernes de 7,30 a 13,30 horas y de 19 a 21 horas y los sábados y domingos de 8,30 a 13,30 y de 19,00 a 21,00 horas.