La segunda ola de covid-19 en la comarca del Alto Guadalquivir se está convirtiendo en una pesadilla para varios municipios que han superado con creces la media de los 500 contagios por cada 100.000 habitantes. Una situación que, por muchos medios que pongan los ayuntamientos, está suponiendo una espada de Damocles ante el crecimiento del número de personas contagiadas a lo largo de las últimas semanas.

La situación está alcanzando tal estado de preocupación que algunos alcaldes ya han publicado bandos para limitar aforos en lugares públicos, reuniones con un mínimo de personas, cierre de parques infantiles, de mayores y edificios públicos.

Todos están notando un fuerte crecimiento, excepto el municipio de Pedro Abad, que con cuatro casos registrados en la última semana no llega apenas a los 250 casos por cada 100.000 habitantes.

En El Carpio tuvo lugar un cribado masivo el pasado jueves y en este se detectaron tres casos entre las poco más de 280 personas convocadas por la Consejería de Salud de la Junta, superando el millar por cada cien mil personas.

Otros dos municipios que tienen un alto número de contagiados son Montoro, con 149 casos de los que 56 han sido en los últimos 14 días, y Villa del Río, con 110 casos y un fallecido. En este último, el portavoz del grupo de la oposición, Unión Independiente Democrática, Jesús Morales, explicó el malestar de su grupo municipal y de gran parte de los vecinos sobre las últimas medidas aplicadas en el municipio por parte del cogobierno, indicando que «el primer error que se tuvo fue anunciar las medidas un viernes, explicarlas un martes y ponerlas en marcha un miércoles». En este sentido, apuntó que «esta situación dio lugar a una gran incertidumbre por parte de los villarrenses, que durante todo el puente pensaron que lo que se iba a hacer por parte del equipo de gobierno era limitar la movilidad y lo que hubo un efecto llamada a salir», por lo que con rotundidad señaló que «las medidas no había que anunciarlas, había que tomarlas». El concejal exigió que se hicieran públicas las propuestas de sanciones emitidas porque «en Villa del Río no se han hecho cumplir las medidas indicadas por la autoridades sanitarias».

En Bujalance, con 36 casos confirmados activos, la alcaldesa, Elena Alba, lanzó ayer un bando con nuevas medidas, que se aplicarán desde mañana lunes y hasta el próximo 2 de noviembre, para evitar la ola de contagios.

En Villafranca de Córdoba se han contabilizado 36 casos en los últimos catorce días. En Adamuz, 11 casos en los últimos catorce días, que acumula un total de 36 y un fallecido. En Cañete de las Torres en los últimos catorce días se han producido 20 contagios, con lo que acumula un total de 25 desde el inicio de la pandemia.

La situación es preocupante, según han manifestado a este periódico los alcaldes de varios municipios, quienes al mismo tiempo informan de que hay que atender a las limitaciones impuestas para evitar que el coronavirus se propague aún más entre la población.