La necesidad de mejorar la fluidez del tráfico en los accesos a Puente Genil parece que se mantendrá en los próximos años debido a la elevada dimensión económica que plantea la solución de ejecutar el puente de Torremembrillo. Según el alcalde del municipio, Esteban Morales, y tras un estudio técnico previo para su construcción, el presupuesto mínimo alcanza los tres millones de euros, partida que cubriría la construcción de un viaducto de unos dos kilómetros de longitud y las expropiaciones pertinentes. La gran cuantía sujeta a este proyecto de magnitud supone, desde el punto de vista municipal, un enorme esfuerzo que impediría realizar cualquier otra inversión en la localidad.

El grupo municipal del Partido Popular insiste en que la construcción de este viaducto es trascendental para el futuro de Puente Genil, debido entre otras cosas a un mayor reparto del tráfico rodado en el municipio que permita la descongestión en barrios como Miragenil, La Isla o el propio casco histórico. Por ello, el concejal Sergio Velasco ha pedido al Ayuntamiento que inicie una ronda de contactos como ente local con organismos como la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía y la Diputación de Córdoba para que el proyecto pueda iniciarse a medio plazo en los próximos años. Los populares, que comparten el carácter supramunicipal al que iría aparejada esta obra, consideran que el hecho de que la institución municipal no haya iniciado ya esas conversaciones es «triste para la localidad».

SOLUCIÓN A LOS ATASCOS / El proyecto de construcción del puente de Torremembrillo, pese a su complejidad e importancia desde el punto de vista económico, solucionaría en gran medida los atascos de la zona de entrada a Puente Genil por el casco histórico, zona en la que se encuentra el único puente existente en el municipio y que une los barrios de Miragenil y La Isla. Además, la reciente urbanización Ribera de San Luis cuenta cada vez con un mayor número de vecinos, que se vienen a sumar a los que ya residen en las aldeas pontanas de El Palomar y Sotogordo, lo que da todavía más sentido a la necesidad de conectar estas zonas rurales con el núcleo urbano pontanés. Otro de los barrios que saldría ganando con la construcción del futuro viaducto es el de Santo Domingo, cuyos residentes podrían tomarlo para entrar y salir del municipio de forma alternativa a lo que hacen en la actualidad.

Otra cuestión importante es la situación en la que se encuentra el nuevo Plan General de Ordenación Urbana, un documento que recoge la construcción de dos puentes y que continúa sin aprobarse.

Uno de esos puentes proyectados en el PGOU iría ubicado en el entorno del Señor del Río y el segundo junto al Puente de Hierro de forma paralela. Sin embargo, estas son cuestiones que quedan en el aire momentáneamente para la clase política frente al continuo reclamo de los vecinos afectados.