El deficiente estado de conservación que presentan desde hace años los conocidos como pisos de los maestros, situados en la calle Arrumbadores de Montilla, entre el Hogar del Pensionista y el Centro de Adultos, ha llevado al equipo de gobierno a defender una «solución global» que favorezca su rehabilitación y que, además, garantice un proceso regulado para su adjudicación.

A preguntas del Grupo Municipal Popular, el teniente de alcalde de Bienestar Social, Francisco Lucena, explicó que el reciente tapiado de uno de los pisos es una «medida de urgencia» que pretende evitar que se ocupe ilegalmente un inmueble que, en el Plan Municipal de Vivienda, se califica como «infravivienda», al no reunir las condiciones mínimas de habitabilidad.

«Debemos evitar que entren en las viviendas dando una patada a la puerta, como ha ocurrido hasta ahora», reconoció Lucena.

Por todo ello, desde el equipo de gobierno insisten en la necesidad de actuar en la rehabilitación de este bloque y dar así una «solución global» antes de su adjudicación. «Es un objetivo que no es fácil, pero se debe actuar antes de que entren más inquilinos», añadió el edil.

Asimismo, Francisco Lucena recordó que a través del Plan Municipal de Vivienda y Suelo -que se encuentra en fase de aprobación inicial-, el Ayuntamiento podrá definir e impulsar las políticas municipales en materia de vivienda y de rehabilitación, en coordinación con el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), aprobado recientemente, y con el Plan Andaluz de Vivienda, que estará en vigor hasta el año 2020.

Según la historiadora montillana Pepa Polonio, cuando se construyeron estos pisos en 1965 estaban aislados, «en mitad de un descampado», pero ofrecían «una salida» al problema que se planteaba a los profesionales del magisterio «con sus exiguos sueldos y sus traslados constantes». Con el paso de los años, el bloque se fue degradando y, actualmente, presenta serios problemas estructurales.