Los familiares del hombre desaparecido el año 2009, que responde a las iniciales G.A.S., han confirmado que el vehículo que salió el pasado martes a la luz con la bajada de las aguas del pantano de Sierra Boyera pertenece a él y han reconocido también algunas de las pertenencias halladas en su interior. Así lo han informado fuentes cercanas a la investigación y ha sido confirmado por el teniente coronel jefe de la Comandancia de la Guardia Civil en Córdoba, Juan Carretero.

El instituto armado trabaja con la hipótesis principal de que la víctima, un comerciante de Peñarroya-Pueblonuevo, sufriera en octubre del 2009 un accidente de tráfico y cayera al embalse, aunque Carretero precisó que «la investigación no estará cien por cien terminada hasta que se hagan los oportunos análisis forenses».

«En un dolor tan grande que supone para toda la familia tener un ser desaparecido sin saber de él», dijo el teniente coronel, «espero que haya sido en cierto grado un alivio para ellos». Preguntado por las búsquedas que se hicieron en su momento, Carretero afirmó que cree que sí se buscó en el pantano, que «existe un atestado entregado en el juzgado y se contemplaron distintas líneas de investigación», haciéndose numerosas gestiones» y buscando «en algunas zonas de ese pantano y en otros», pero las dimensiones del embalse son «difíciles», dijo.

El pasado martes, un hijo del comerciante desaparecido se desplazó hasta el lugar en el que apareció el vehículo y siguió en todo momento las tareas llevadas a cabo por los bomberos para extraer el vehículo del agua.

NUEVA BÚSQUEDA EN CABRA

Por otra parte, cuando se cumplen dos años y ocho meses de la desaparición del egabrense Francisco Bonilla, la investigación que en todo este tiempo se ha venido realizando por la Policía Nacional conjuntamente con los servicios especializados para esclarecer este hecho se ha visto reforzado con la reanudación de las labores de búsqueda. Así lo ha señalado el alcalde, Fernando Priego, indicando que se debe a la solicitud efectuada por la familia para que se volviese a mirar en el arroyo Chorrillo, zona cercana a la huerta donde desapareció, ubicada en el paraje del Cerrillo la Horca. Ayer se iniciaron las labores procediéndose a la limpieza de la maleza y del cauce del arroyo, una actuación que cuenta con el visto bueno de t la Confederación del Guadalquivir.