La sección segunda de la Audiencia Provincial de Córdoba ha condenado a cinco años y un día de prisión, diez de alejamiento y 6.000 euros de indemnización al sacerdote I.M.V. como autor de un delito de abusos continuados sobre una menor, cometidos cuando era el párroco en Villanueva del Duque.

Según se recoge en la sentencia, a la que ha tenido acceso este periódico, el tribunal considera probados los abusos por parte del cura, denunciados en abril del año 2105, para los que se sirvió de la confianza que había depositado en él la familia de la menor, que tenía diez años en el momento de los hechos y colaboraba como monaguilla en la parroquia donde ejercía el acusado.

En la sentencia se asegura que «queda fuera de toda duda el sometimiento a la perjudicada a prácticas de intrínseco contenido sexual (...) que constituyen un ataque a su libertad e indemnidad en dicha faceta por ser esta menor de 13 años». Asimismo, indica que prevalece «la ascendencia que ejerce (el sacerdote) sobre la menor», por su autoridad como párroco, su edad y su buena relación con la familia. La resolución explica que se ha probado que la niña acompañaba al sacerdote en su coche hasta la parroquia de Villaralto, sin que fuera necesaria su presencia, y que a la vuelta de uno de estos viajes el acusado la obligó a tocarle. Asimismo, da por probados los tocamientos en la sacristía de la parroquia de Villanueva del Duque, localidad que la familia de la víctima tuvo que abandonar, según el escrito del tribunal, por las presiones sociales. Además, en contra de lo argumentado por el abogado de la defensa, y según se recoge en la sentencia, los magistrados no encuentran contradicciones en las declaraciones de la menor, que se «ha mantenido firme» en sus afirmaciones.

Por su parte, el abogado de la defensa, Carlos Arias, ha anunciado ya que presentará un recurso de casación ante el Tribunal Supremo porque mantiene la inocencia de su defendido.

Asimismo, el Obispado de Córdoba, al conocer la sentencia condenatoria, indicó que desde el momento en que se presentó la denuncia colaboró con la Justicia y que acatará la sentencia cuando esta sea firme, pero que el sacerdote, haciendo uso de sus derechos, recurrirá la sentencia ante el Tribunal Supremo porque «considera que no son ciertos los hechos denunciados». Cuando se conoció la denuncia, el Obispado trasladó al sacerdote a la parroquia de Espiel.