La Comisión de Patrimonio ha aprobado el proyecto para la de consolidación de la entrada en recodo del castillo de Aguilar de la Frontera (Córdoba), según ha informado la delegada de Fomento, Infraestructuras, Ordenación del Territorio, Cultura y Patrimonio Histórico, Cristina Casanueva. Impulsa esta obra el Ayuntamiento del municipio y el redactor ha sido el arquitecto José Manuel Varo.

La Junta ha explicado en un comunicado que en este castillo se vienen realizando obras de excavación arqueológica y consolidación desde la década de los años 90, y más o menos sistemáticamente desde 2004, concluyendo en la redacción de un Plan Director en 2015. El castillo de Aguilar de la Frontera se considera Bien de Interés Cultural, con la categoría de Monumento y se encuentra inscrito en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz.

El proyecto pretende intervenir en las defensas del flanco oeste del castillo señorial, concretamente en el aljibe del patio y las torres diez y once, así como en los lienzos de muralla entre las mismas y entre las torres nueve y diez.

El objetivo del proyecto es "detener el proceso de ruina de las estructuras y ponerlas en valor", partiendo de los principios de respeto a la pátina original y de la no reconstrucción mimética, es decir, la reintegración volumétrica de las partes imprescindibles para afianzar su consolidación e interpretación.

Dado que los lienzos y las torres están construidos en tapial (hormigón encofrado), con la problemática específica que plantean sus características constructivas, el proyecto aporta unos criterios generales para la consolidación de estos elementos: los lienzos en mejor estado de conservación mantendrán su imagen actual mediante el saneamiento y la consolidación selectiva de su epidermis, tapando las fisuras con mortero calizo; las estructuras peor conservadas y con pérdidas importantes de material original superficial recibirán "una nueva hoja exterior de hormigón de cal, puesto en obra según la técnica original de encofrados y agujas de madera".

Concretamente, el proyecto propone en la torre diez, el rejuntado con mortero de cal de las piezas que componen el núcleo conservado y la consolidación de esos restos, para ensanchar la zona inferior y evitar la caída de la parte superior, que quedará volada sobre los restos añadidos. La distinción entre la obra nueva y la original se realizará interponiendo una lámina de plomo a lo largo del perímetro de lo añadido.