Una de las actividades que tras los meses de obligado confinamiento han ganado más adeptos es, sin lugar a dudas, el senderismo, convirtiéndose las salidas al campo, habitualmente en compañía de la familia, en un ejercicio que, a la par que saludable, nos aleja del peligro de contagio en estos tiempos de coronavirus.
Para su práctica, la provincia cuenta con enclaves únicos como las zonas húmedas del sur y los parques naturales de Hornachuelos, Cardeña-Montoro y las Sierras Subbéticas, en los que podemos apreciar tanto perfiles suaves y redondeados como un relieve típicamente kárstico dominado por lapiaces, dolinas, simas y galerías subterráneas; pequeñas lagunas y especies vegetales y animales propias del Mediterráneo, entre las que destacan los arces y chopos que tiñen de rojo, amarillo y ocre el otoño de las Sierras Subbéticas, y con el lobo, el lince ibérico, el musgaño de Cabrera y el buitre leonado como algunos de sus habitantes más distinguidos.
En esta ocasión, nuestros pasos se dirigen al sur de la provincia, en concreto en cinco rutas o senderos, de las que cuatro discurren íntegramente por el Geoparque Mundial de la Unesco Sierras Subbéticas, ubicado en pleno corazón de Andalucía coincidiendo con la parte central de la cordillera Bética, con una extensión de 32.560 hectáreas distribuidas entre los términos municipales de Cabra, Carcabuey, Doña Mencía, Iznájar, Luque, Priego y Zuheros.
En 1927, tras la visita de campo realizada por los geólogos reunidos en Madrid en el XIV Congreso Internacional de Geología (1926), fue declarado Sitio de Interés Natural, iniciándose a partir de esa fecha su estudio y protección, que llegaría definitivamente en 1988 cuando fue declarado Parque Natural, integrándose en el año 2006 en la Red Europea de Geoparques e igualmente en la Red Mundial de Geoparques.
El área protegida del Parque Natural Sierras Subbéticas también es Zona de Especial Conservación (ZEC) y Zona de Especial Protección para la Aves (ZEPA), encontrándose adherido desde el 2008 a la Carta Europea de Turismo Sostenible.
Sendero del río Bailón - La Nava de Cabra
La ruta discurre junto al río Bailón, atravesando el poljé de La Nava, un amplio llano rodeado de sierras en el que nace el citado cauce hídrico. El inicio de esta ruta lo encontramos en el kilómetro 5 de la CP-115, carretera que une la A-339 con la ermita de la Virgen de la Sierra, enclavada en el Picacho (1.217 metros).
El recorrido, de unos 7,5 kilómetros (ida y vuelta) y una dificultad baja, atraviesa literalmente la mole calcárea de la Sierra de Cabra, acompañando al río Bailón desde su nacimiento hasta el norte de Zuheros.
En este itinerario destaca la presencia de fuentes con sus pilares y abrevaderos, como los del cortijo del Pilar, así como una rica flora, siendo también frecuentes los rebaños de ovejas. Una vez alcanzado el arroyo Fuenseca, primer afluente por la derecha del Bailón, siguiendo aguas arriba encontraremos el punto de retorno, Las Chorreras, paraje de gran belleza donde, en época de lluvias, se forman numerosas cascadas.
Las formaciones geológicas características del paisaje kárstico como las grutas, poljés, simas, dolinas, lanchares, gargantas, manantiales, y que son, por otra parte, uno de los grandes atractivos del Parque Natural de las Subbéticas, son frecuentes en todo el recorrido, destacando el poljé de La Nava y el cercano cañón del río Bailón.
También son frecuentes en esta zona de la provincia las setas en la temporada de otoño, así como la presencia de buitres y endemismos como la flor de San Jorge o la dragonera, que crece bajos los arces y los quejigos.
Sendero del río Bailón. FRANCIS FLORES
Sendero de Las Buitreras
Esta ruta, de 18 kilómetros y una dificultad media, une los municipios de Luque y Carcabuey por la antigua CP-131, sobre la cual se ha trazado el sendero.
Aunque el recorrido se puede iniciar en cualquiera de los sentidos, es recomendable hacerlo de Luque a Carcabuey, para disfrutar del imponente paisaje que se va descubriendo en este sendero que, por otro lado, también tiene el atractivo de permitir el paso por los cortados en los que anida la mayor colonia de buitre leonado del Parque Natural de las Subbéticas, especialmente en la vertiente sur de la loma de Albuchite. En este enorme cortado calizo, conocido como Las Buitreras, también anidan grajillas y chovas piquirrojas.
En lo que respecta a la flora, el sendero discurre por un paisaje de olivar al que gradualmente se van asociando la retama, el majuelo, el torvisco, el lentisco o alguna encina dispersa de porte arbóreo, así como numerosos almendros.
En las inmediaciones del arroyo del Zurreón encontramos el denominado Almendro del Sendero de las Buitreras, árbol catalogado por la Consejería de Medio Ambiente debido a sus excepcionales dimensiones.
Siguiendo el sendero en dirección sur llegamos al cortijo de Bernabé, a cuya fuente, un paraje de gran belleza, se puede acceder por un carril de unos 500 metros.
El original aliviadero de esta fuente lo encontramos en el tramo final del recorrido, que finaliza en las proximidades de Carcabuey, en un punto desde el que también es posible comenzar el sendero en sentido inverso.
Una joven camina por la ruta de Las Buitreras. CÓRDOBA
Cabra - Manantial Fuente de Jarcas
En las inmediaciones de la antigua estación de ferrocarril de Cabra arranca esta ruta de 6,5 kilómetros y una dificultad baja que nos llevará hasta la fuente de Jarcas. El primer kilómetro discurre por la Vía Verde en dirección a Lucena, que abandonamos al llegar a un puente, punto en el que hay que descender para tomar el camino de San Marcos, paralelo al arroyo de la Perdiz, que nos llevará hasta la fuente de Los Frailes, ubicada junto a una antigua cantera romana de la que se extraía piedra caliza y donde aún permanecen algunas ruedas de molino.
Siguiendo el ascenso algo más de un kilómetro en dirección norte, cruzaremos la carretera que conecta la A-339 con la ermita de la Virgen de la Sierra, que podremos observar, en la lejanía, a nuestra izquierda. Desde este punto también podemos contemplar el conocido lapiaz de los Lanchares, uno de los más extensos de España, con casi 8 kilómetros cuadrados, y que supone un magnífico ejemplo de modelado kárstico.
En la última etapa del recorrido descenderemos la carretera hasta conectar con la A-339, que cruzaremos a la altura de las ventas de Los Pelaos, alcanzando a unos cientos de metros más adelante el manantial de la fuente de Jarcas, en cuyos alrededores podemos observar geositios de interés, interpretados con paneles informativos, como el klippe del Picacho, el paleokarst de Los Pelaos o el pliegue de los Pelaos.
Un ciclista repone fuerzas en la fuente de Jarcas (Cabra). MORENO
Sendero margen izquierdo del embalse de Iznájar
A unos 2,5 kilómetros después de nuestro punto de partida, alcanzamos un enclave que ofrece unas magníficas panorámicas del embalse y de Iznájar, bordeando a continuación por un trazado sinuoso el barranco del arroyo de Gata, cauce donde podemos encontrar aves acuáticas como patos, cormoranes, garzas, e incluso águilas pescadoras.
Dejando el arroyo a nuestra derecha seguimos subiendo hasta aproximadamente el kilómetro 7 del recorrido, en el que alcanzamos un mirador natural con espectaculares vistas tanto del embalse como del paisaje de las Sierras Subbéticas, que se elevan al fondo majestuosas.
La ruta sigue por un tramo de bajada hasta el barranco que se encuentra próximo al pie de la Sierra de Cuevas de San Marcos, en el que se pueden observar aves rapaces como el buitre leonado, el halcón peregrino o el cernícalo vulgar, entre otros.
El tramo final, con la Sierra de Rute de frente y un perfil mucho más suave, nos aproxima poco a poco al embalse, discurriendo el sendero paralelo al pantano hasta llegar al muro de la presa, donde finaliza nuestro recorrido.
Pantano de Iznájar. CÓRDOBA
Entre el Parque Natural y la Sierra de Albayate
Sendero circular de 19 kilómetros y dificultad media que comienza y finaliza en las dependencias de la Cruz Roja existentes en el barrio prieguense de Buenavista, junto a la carretera A-4154, por la que caminaremos unos 500 metros hasta alcanzar la colada del Camino de Loja, situada frente al paraje de la Casería Buenavista.
Por este camino, en permanente bajada, seguiremos hasta alcanzar el río Salado, que cruzaremos tomando a continuación la CP-59 en dirección a El Castellar, que hemos de seguir durante 2 kilómetros hasta alcanzar a la derecha el carril de pronunciada pendiente por el que se accede a la ermita de San Miguel, desde la que se divisa un paisaje espectacular. Bajamos de la ermita siguiendo el mismo itinerario de subida y llegamos de nuevo al cruce, donde continuaremos ahora hacia la derecha, en dirección Priego, dejando en nuestra izquierda los cortijos de El Álamo y Los Almedrillos, hasta llegar a un cruce en el que vemos las primeras viviendas de la aldea del Castellar. En este punto, en lugar de continuar hasta el núcleo urbano de la aldeas, giraremos a la izquierda hasta alcanzar el cortijo de Las Rentas.
Tras superar las ruinas del cortijo de Don Laureano, giraremos a la izquierda para descender hasta el camino que nos aproximará hasta el río Salado, que ya no abandonaremos hasta el puente del Molino de San Rafael, donde giraremos a la izquierda para alcanzar la fuente del Fontal, última referencia antes de llegar a nuestro punto de partida.
Panorámica de La Tiñosa desde la ermita de San Miguel. CÓRDOBA
