Aunque algunas familias mantienen aún la tradición, ya casi está perdida. Sin embargo, cada año recobra vida con la Jornada de la Matanza de Alcaracejos que se celebró ayer y en la que los vecinos mostraron cómo se adoban y condimentan las carnes del cerdo que luego las sabias manos y la experiencia de las mujeres de Alcaracejos convierten en chorizo, morcilla o salchichón.

El sacrificio del cerdo y sus rituales paralelos han servido durante siglos de base para la supervivencia, ya que con las carnes del animal se elaboran los productos que llenaban la despensa para el largo año.

La carpa de elaboración de productos se instaló en la calle Ferrer Morales, donde se encuentra el Museo de la Matanza, centro monográfico y etnográfico sobre esta tradición y que tuvo ayer acceso gratuito. Al mediodía se repartieron los 80 kilos de migas que se habían preparado, acompañadas por 50 kilos de chorizo, 60 de panceta y cuatro cajas de pimientos, según explicó la concejala, Mera Castelo.

El ambiente festivo lo pusieron las actuaciones de los grupos Los Jarales y Alcaria, y ya por la tarde el concierto de la banda cordobesa Los Tabernícolas. Todo ello en el escenario colocado junto a la parroquia de San Andrés.

Colectivos locales como las peñas Cordobesista, del Real Madrid, Azulgrana o la Cofradía de la Virgen de los Dolores y Santo Entierro tuvieron puntos de venta de comida y bebida en el evento.

En las últimas ediciones, la jornada se había celebrado en la Plaza de Los Pedroches, que ha sido remodelada y que será inaugurada hoy domingo a las 19.30 horas.