El Centro Enogastronómico Olivino, ubicado en la aldea lucentina de Las Navas del Selpillar, se mantiene cerrado siete años después de su inauguración, al no haberse encontrado interesados en un proyecto que fue licitado en el anterior mandato. El concejal de Turismo de Lucena, Manuel Lara Cantizani, no ha dado respuesta sobre el futuro de esta infraestructura, en la que se invirtieron más de 750.000 euros y fue considerada por la entonces directora general de Desarrollo Rural Sostenible como un modelo de desarrollo rural. Este centro nació con la idea de que formara parte de la Ruta del Vino Montilla-Moriles y se convirtiera en un centro de referencia turística, cultural y gastronómico de vinos y aceites, al estar situado a las puertas de la Subbética, en la Vía Verde del antiguo tren del aceite.

El alcalde pedáneo de Las Navas, Juan Manuel Sillero, ha informado de que se está elaborando un nuevo pliego de condiciones para darle uso, ya que solo se abre para el desarrollo algunos talleres de asociaciones, algo que nada tiene que ver con los objetivos para los que fue creado.

Ubicado en la antigua estación de ferrocarril, el Centro Olivino forma parte de un conjunto de infraestructuras, todas ellas en la antigua estación, y en él se llevó asimismo la restauración de los antiguos depósitos de agua de Renfe y la construcción de un mirador en la Vía Verde. La obra se desarrolló en tres fases, la primera por importe de 337.000 euros, que contó con la participación del Gobierno central, la Consejería de Turismo, el Grupo de Desarrollo Rural de la Subbética, el Ayuntamiento y otras administraciones. La segunda contó con 302.000 euros, 187.000 de ellos aportados por el GDR, y una tercera de equipamiento y climatización, por importe de 120.000 euros, el cual también se equipó con una zona de bar.