La central térmica de Puente Nuevo cerrará este lunes sus instalaciones, siguiendo los planes anunciados por la empresa Viesgo Producción. Esta decisión afecta también a otras seis centrales españoles que utilizan como combustible el carbón, según avanza en su edición de este lunes El País.

La decisión de la empresa, como ya publicó este periódico el pasado mes de febrero, contempla el desmantelamiento parcial de la planta cordobesa, tras haberlo solicitado en diciembre del 2018 la compañía. El documento aprobado por el Gobierno afecta al perímetro de la central de Puente Nuevo y no incluye la subestación, propiedad de Red Eléctrica y Endesa, el tramo de vías férreas exteriores, el vertedero de cenizas, y la balsa de decantación.

Según se recogía en la resolución publicada por el Boletín Oficial del Estado (BOE), el plan de desmantelamiento contempla la retirada de los residuos de la central, tanto los no peligrosos como los peligrosos; la descontaminación de equipos, instalaciones y depósitos; la demolición de edificaciones; y la puesta en condición segura de la central. Todo ello, explicaba el documento, «se hará de forma selectiva para favorecer el reciclaje».

Al encontrarse los edificios e instalaciones de la central en buen estado y estar ubicados en una parcela que posee alimentación de agua, electricidad y servicios aptos para su uso por una actividad alternativa futura, el plan, asociado al proyecto de cierre, no contempla el desmantelamiento total sino una puesta en seguridad de las instalaciones para posibilitar su aprovechamiento futuro.

En noviembre del pasado año, los sindicatos pidieron alternativas para los 70 trabajadores que se mantenían en la central.