Con el objetivo de «hacer de Palma una ciudad lectora», según afirma la concejala de Cultura, Esperanza Caro de la Barrera, se está trabajando en un plan local de lectura que ya apuesta por 48 acciones que dinamizan el hábito lector, la escritura y la tradición oral.

En un análisis previo del plan, según datos de la biblioteca pública municipal, el índice lector es bajo en la ciudad. Caro de la Barrera explica que con más de 21.000 habitantes, la biblioteca tiene 4.025 socios, el 19% de la población. Destaca que tan sólo el 10% de los socios, es decir unas 400 personas, utilizan el servicio de préstamos. Añade que son unos 3.000 préstamos, por lo que serían 8 libros al año por usuario del servicio. Por otro lado, el estudio de debilidades y fortalezas destaca que la sala infantil desarrolla un exitoso programa de dinamización contando con los centros escolares; apunta que el 50% de los socios está entre los 6 y 24 años de edad y que las mujeres son más lectoras que los hombres.

El plan, que está en elaboración, ha contado con muchas propuestas, a través de colectivos, centros educativos y ciudadanos. Se han fijado prioridades, como elevar el índice lector, intervenciones literarias en la calle o la lectura como integración social; también, 21 líneas de actuación que conducen, por el momento, porque aún se están recibiendo propuestas, a 48 proyectos dirigidos a todas las edades, desde lecturas monográficas por meses y temas, veladas literarias, flashmoob poético, certámenes literarios, citas literarias en espacios urbanos y escaparates comerciales, animación a los locales de ocio a ofrecer un rincón de lectura, una revista escolar digital con la implicación de todos los centros, bibliobús para acercar la lectura a los núcleos diseminados y concurso para elegir nombre para la nueva biblioteca.