Moriles cuenta desde hace algo más de dos meses con un centro de protección de menores del Programa de Intervención en Problemas de Conducta (MENA). Como la demás centros de este tipo, la gestión corresponde a la Fundación SAMU. La alcaldesa, Francisca Carmona, ha mostrado su malestar por que «la Junta de Andalucía no comunicase al Ayuntamiento la apertura del mismo, haciéndolo totalmente de espaldas al Ayuntamiento», algo que considera «inaceptable».

Carmona hace una valoración sobre este tipo de centros, señalando que «creo que la Fundación SAMU realiza un excelente trabajo con estos jóvenes y que una sociedad moderna y solidaria tiene que estar preparada para dar respuesta a estas situaciones». El Centro está gestionado por la Fundación SAMU, que es de donde parte la iniciativa, y el modelo consiste en una fórmula de acogimiento residencial que, por sus dimensiones en cuanto al número de menores, se acerca a lo que sería un modelo familiar de convivencia. «Se trata de crear un entorno sustitutivo de la familia para educar en el mismo a estos niños durante el tiempo que lo necesiten o hasta la mayoría de edad. Nadie puede estar en contra de este planteamiento», señala la alcaldesa. «Lo que se echa en falta es que no haya habido una comunicación previa por parte de la Junta, ya que cuando se comunicó el centro ya estaba funcionando», añade.

Sobre las protestas de los vecinos, Carmona hace un llamamiento a la tranquilidad y apunta que «algunos vecinos piensan que el centro o los jóvenes podrían generar algún problema de convivencia y es lógico que lo piensen si no cuentan con la información necesaria respecto a la naturaleza del centro o la labor de la fundación SAMU con estos jóvenes».