Entre un mar de olivos tuvo lugar ayer el primer recorrido oficial por el tramo de más de 800 metros de la Vía Augusta de Montoro. La alcaldesa, Ana María Romero, dijo que esta ha sido una apuesta más del Ayuntamiento por la recuperación del patrimonio cultural, así como del turismo de naturaleza y deportivo. En ella han participado mujeres a través del Profea y se han invertido poco más de 120.000 euros. Romero manifestó que ha sido una actuación singular y animó a los ciudadanos a que mantengan viva esta calzada, la más importante de la época romana y la mejor conservada de la provincia.

El arqueólogo José Antonio Peña indicó «era la principal vía de la península ibérica en época romana». Matizó que «el paso por Montoro indica que la antigua Epora no era simplemente un poblacho sino una población con una importancia tremenda, que vivía del trigo, el olivar, la vid y los metales». Respecto a la restauración, señaló que se ha hecho siguiendo el mismo proceso del ejército romano, «que era el que construía las calzadas, utilizando los materiales que encontraba a su paso, en este caso cantos rodados, propios de la cercanía del río Guadalquivir». Peña añadió que se han encontrado muchos materiales constructivos, como tégulas (antiguas tejas romanas), elementos cerámicos, una moneda de la época de Felipe IV y tachuelas de las sandalias romanas».

El arquitecto concluyó diciendo que «el camino se estaba perdiendo, por lo que colocamos unos muros para protegerlo, se ha actuado en el pavimento, se ha consolidado y se ha repuesto con el material existente».

En la zona se han colocado también vallas de madera, hitos del GR-48 y se ha plantado vegetación autóctona como cipreses, tomillo, romero y lavanda. También se han colocado carteles explicativos. Todos resaltaron la sensibilidad de los vecinos a la hora de cortar la calzada al tráfico rodado».