La concejala de Obras y Urbanismo del Ayuntamiento de Puente Genil, Verónica Morillo, anunció ayer que la calle Nueva, en pleno corazón de Miragenil, se reabrirá al tráfico en esta semana. «Vamos a procurar que el tráfico quede abierto aunque la obra todavía esté pendiente de finalizar, dijo, y de esta manera, «intentar obstaculizar lo menos posible el inicio del curso escolar, a los vecinos y que transcurra el tráfico de forma normal».

El pasado 5 de agosto se abrió provisionalmente al tráfico rodado el nuevo vial urbanizado del barrio de Miragenil, cerrándose puntualmente el tránsito de vehículos en el tramo de la calle Nueva en el que se ultiman las obras pendientes. Desde entonces, y hasta nueva orden, la circulación, que discurría en paralelo a la calle Nueva, está teniendo acceso y salida por las calles Almonas y Herrera, a la altura de la calle Boliche, tramo que se encuentra convenientemente señalizado para el paso de vehículos.

La actuación en la calle Nueva forma parte del plan de transformación integral de esta barriada castiza de la localidad, un barrio antiguo escorado por su situación geográfica y que requería de una actuación urbanística.

La actuación en esta vía, aún inconclusa, está consistiendo en la anchura de las aceras y ampliación del número de plazas de aparcamiento, transformándose en plataforma única el tramo comprendido entre la calle Almonas y el puente de Miragenil. El presupuesto para la ejecución de las obras asciende a 600.000 euros.

En cuanto a la vía de salida que se abrió en la fecha citada, actualmente de entrada y salida de vehículos pero en un futuro solo en un sentido, tiene un coste final de 550.000 euros (un 30 por ciento más de lo previsto inicialmente), para una vía de 500 metros de longitud.

Quedaría la obtención de recursos económicos para llevar a cabo la urbanización de los terrenos de la antigua ladrillera para la creación de un parque y la futura piscina al aire libre y que supondrá abrir una de las vistas de Puente Genil hasta la fecha escondida.