Al mismísimo portal o a Herodes, a la embarazada que tiende la ropa o al campesino con su arado - que en Los Blázquez se denomina charrúa -, se suman este año la taberna y los aceituneros que, situados en las salidas hacia La Granjuela y Peraleda del Zaucejo, recuerdan que en la localidad se inauguró ayer uno de los belenes más originales que se pueden contemplar durante estos días, concretamente, hasta el próximo 8 de enero.

Cuenta con unas treinta escenas y otra de sus novedades es que se ha ampliado con varias casas típicas de la localidad.

El alcalde de Los Blázquez, Francisco Ángel Martín, explica que los objetos utilizados pertenecen al museo etnográfico y que de esta iniciativa, cuya responsable es Sonia Pajares, han tomado parte otras seis personas.

Una de las ventajas es que se puede visitar a cualquier hora del día - un autobús se desplazará desde Pozoblanco para hacerlo el lunes, formando parte del millar de asistentes que se esperan -. Además, las figuras, realizadas con materiales reciclables, se encuentran protegidas contra la lluvia. El regidor añade que mientras dure la exposición de este belén, realizado exclusivamente con medios aportados por el propio Ayuntamiento de Los Blázquez, tres establecimientos de restauración ofrecerán tapas y platos típicos, como las migas con ajos o la caldereta de cordero.

«Traer cultura al municipio, reactivar la economía y reflejar nuestras costumbres» son objetivos fundamentales para Francisco Ángel Martín, cuya intención para los próximos años es «seguir ampliando la escenografía para integrar al pueblo dentro del belén».