El retraso en la primera fase de la actuación proyectada para el parque de la barriada Ángel Carrillo de Priego ha generado un intenso debate en redes sociales durante los últimos días, toda vez que se trataba de una de las actuaciones más votadas en los presupuestos participativos del anterior gobierno municipal y a la que se dotó en el presupuesto del 2019 con 50.000 euros.

El origen de esta intensa polémica arrancaba tras la celebración de la sesión ordinaria del Pleno de la Corporación municipal prieguense correspondiente al mes de agosto, en la que se aprobaba, con los votos a favor de PP y Ciudadanos, una modificación presupuestaria por importe de 123.665,88 euros, planteándose entre las bajas para hacer frente a dicha cantidad 25.000 euros de los 50.000 destinados a la actuación en dicho parque. La medida, criticada en su día por el PSOE, que votó en contra de dicha modificación, ha generado todo tipo de reacciones y comentarios, en los que se pone de relieve la necesidad de intervenir en esta zona, cuya degradación es más que notable.

A tenor de las críticas recibidas sobre el particular, la propia alcaldesa prieguense, María Luisa Ceballos, ha indicado que durante el presente mandato «se va a ejecutar la actuación», advirtiendo que en el pasado mes de junio «no existía en el Ayuntamiento ni un papel, ni boceto, ni anteproyecto, sobre el arreglo del parque», lo que, según Ceballos, «impide su ejecución durante el 2019 con los plazos obligatorios y legales de licitación», proyectándose y pudiéndose realizar únicamente algunas actuaciones, en las que, como señala la alcaldesa, «no se podían gastar los 50.000 euros presupuestados en poco más de cuatro meses, ya que en noviembre se cierra el presupuesto».

Igualmente, Ceballos señalaba que el anterior equipo de gobierno «no proyectó ni realizó actuación alguna en este parque en los más de dos años que gobernó, con mayoría suficiente para ejecutar lo que entendiesen prioritario e incluso durante el tiempo anterior no hizo propuesta alguna sobre este asunto». Igualmente, la alcaldesa añadía que en el 2015 dicha actuación fue un compromiso electoral del PP, «fruto de las reuniones con los vecinos, que fue imposible ejecutar al estar poco más de año y medio en el gobierno». Ceballos concluyó que durante el 2018 «se vendió públicamente por el tripartito que el arreglo era un resultado de presupuestos participativos, cuando no había ni un papel sobre dicho proyecto».