Desde el año 2012, el yacimiento arqueológico del Cerro de la Merced está siendo objeto de un complejo proyecto de investigación avalado y enmarcado dentro del Proyecto de Investigación de Excelencia del Ministerio de Economía y Competitividad. Superadas las dos primeras fases, después de la excavación y el análisis del material, este proyecto dirigido por Fernando Quesada (UAM) se encuentra actualmente inmerso en un periodo de puesta en valor para la ciudadanía. Para ello, el Ayuntamiento ha financiado la construcción de una cubierta que proteja el recinto, se habilitará un aparcamiento y se hará visitable para convertir el Cerro de la Merced en un centro de atracción cultural.

Renovado el convenio suscrito entre el Ayuntamiento de Cabra y la Fundación de la Universidad Autónoma de Madrid, el proyecto continuará durante los próximos cuatro años, según señaló ayer el profesor Quesada. En el terreno de investigación, la fase de excavación y análisis permitió comprender que el Cerro de la Merced se correspondía con un complejo aristocrático de alto nivel de época Ibérica. Las muestras de carbono 14 denotan que «el edificio original se remonta, como mínimo, al siglo IV a.C. y su demolición se traslada al final de la Segunda Guerra Púnica», confirmó Quesada.

Sin embargo, estos datos han permitido descubrir una conexión que necesita respuesta. «Según las fuentes clásicas, debajo de nuestros pies está la ciudad fortificada ibérica de Licabrum y ahora estamos evaluando el Cerro de la Merced como complejo aristocrático en relación con Licabrum. ¿Qué hacen dos centros de poder importantes y de naturaleza distinta en apenas cuatro kilómetros en un contexto convulso de la Segunda Guerra Púnica?», se preguntó Quesada. Por su parte, el cronista Antonio Moreno adelantó que en los próximos meses los resultados obtenidos del yacimiento serán visibles a la ciudadanía tanto en una conferencia como en la exposición material de los hallazgos.