El Ayuntamiento de Santaella ha iniciado la adecuación de varias de las oquedades existentes en la muralla del castillo, concretamente en su tramo de la calle Ventana de Doña Aldonza, como espacio de anidamiento para vencejos, una especie de ave apodiforme que permanece en vuelo ininterrumpido durante nueve meses al año y que únicamente se posa para poner los huevos, incubarlos y criar a sus polluelos

El proyecto, que se desarrolla con el asesoramiento de Carlos Flores, integrante del colectivo SEO Birdlife, también se desarrollará en la terraza del propio Consistorio, donde se ha previsto la instalación de varias cajas-nido.

La iniciativa, que el pasado mes de febrero dio sus primeros pasos con la evaluación de los espacios que podían acoger estas zonas de anidamiento, pretende ofrecer un lugar seguro a las diferentes colonias de aves que en estas fechas alcanzan la localidad de la Campiña Sur.

«Estas nuevas zonas de anidamiento permitirán suplir la eliminación de espacios donde habitualmente se establecían las colonias de a ves, como el Torreón, donde las obras de restauración han supuesto el cierre de los mechinales para proteger y salvaguardar la estructura de la edificación», explicó a CÓRDOBA el alcalde de Santaella, José Álvarez, quien agradeció la colaboración desinteresada de Carlos Flores, miembro de SEO Birdlife.

En este sentido, el primer edil santaellano destacó la «importancia» de esta iniciativa para favorecer la llegada de vencejos al término municipal. «Se trata de una especie de origen subsahariano, que llegó a España hace poco más de 40 años y cuya expansión ha sido muy lenta, con apenas 150 parejas», insistió el primer edil, quien defendió el «interés ambiental» de esta iniciativa.

El vencejo es una especie que está presente en España entre los meses de mayo y finales de octubre, aunque pueden llegar a observarse ejemplares entre febrero y diciembre. Migra por el Estrecho en dos oleadas: la primera, en agosto, con los polluelos de la primera puesta y, la segunda, en septiembre y octubre, con el resto de aves. «En el campo suele anidar en taludes pero está especialmente adaptado a los asentamientos humanos, en cornisas y aleros de edificios», detalló José Álvarez, quien añadió que el vencejo «suele ser fiel a su lugar de anidamiento» y, de hecho, «vuelve a él y lo reconstruyen cuando hace falta», de ahí que defendiera el «interés» de esta iniciativa conjunta con SEO Birdlife.