Modificar el modelo de gestión del servicio de transporte urbano de Montilla y asegurar su viabilidad de cara al futuro. Esos son los dos objetivos que se ha planteado el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Montilla con la adquisición de dos autobuses urbanos cuya compra sería financiada con cargo a las nuevas ayudas europeas dirigidas al desarrollo de proyectos de economía baja en carbono.

El alcalde de la localidad, Rafael Llamas, recordó que el servicio municipal de transporte público se encuentra «a la espera de un nuevo pliego de concesión desde hace diez años», un «paso necesario para poder atender las principales demandas de la ciudadanía» porque, aunque el primer edil subrayó que «en estos años el transporte urbano se ha adaptado a las necesidades de los montillanos», reconoció que «el actual pliego no permite modificar ningún punto sin generar perjuicio a la empresa gestora».

«Poder contar con dos autobuses propios nos permitiría dar viabilidad a este servicio, ya que abarataría significativamente el coste del servicio y, de este modo, permitiría atender las diferentes demandas que se encuentran sobre la mesa», explicó Llamas.

Por su parte, la teniente de alcalde de Infraestructuras, Raquel Casado, recordó que el equipo de gobierno trabaja desde hace meses en el futuro pliego del servicio sobre la base de un diagnóstico elaborado por la Diputación.

«Según este estudio, la viabilidad del servicio depende mucho de su uso por parte de la ciudadanía pero, según las encuestas, no se detectan grandes variaciones aunque se mejoren la frecuencia de paso, las paradas o los recorridos», señaló Raquel Casado, quien defendió la necesidad de «reducir costes» en el servicio y «concienciar a la ciudadanía para fomentar el uso del transporte público».

En este sentido, la edil reconoció que la financiación europea resultaría «fundamental» para mejorar un servicio que, en el caso de Montilla, «no puede acceder a otras subvenciones al no ser obligatorio en localidades de menos de 50.000 habitantes».