La Autovía del Olivar Úbeda-Estepa, y la A-32 Linares-Albacete, a la que se denominará Andrés de Vandelvira en honor al insigne arquitecto del Renacimiento, se construyen al ralentí como consecuencia de la reprogramación presupuestaria aprobada por la Junta de Andalucía y el Gobierno central.

Esta reprogramación económica ha motivado que la ejecución de la Autovía del Olivar, de competencia de la Administración autonómica, y la A-32, de titularidad estatal, se dilaten en el tiempo como consecuencia del impacto que han tenido los recortes aprobados a cuenta de la crisis económica.

La crisis ha provocado que las dos administraciones hayan tenido que reajustar, cuando no paralizar, los plazos de estos dos proyectos estratégicos que acumulan años de incumplimientos para su puesta en servicio.

La Autovía del Olivar, cuyas obras se incluyeron en el Plan de Infraestructuras para la Sostenibilidad del Transporte en Andalucía (PISTA), constituye un eje viario transversal del interior de Andalucía (Eje Diagonal Intermedio) que tiene una longitud de unos 170 kilómetros y del que se podrán beneficiar 800.000 habitantes de unos 90 municipios una vez que se ejecute en su integridad.

Esta vía de gran capacidad, que ahorrará en torno a una hora en todo el trayecto una vez finalicen las obras, conectará en Úbeda con la futura autovía A-32 y en Estepa con la A-92.

La Autovía del Olivar discurre por buena parte de la provincia de Jaén, continúa su recorrido por la de Córdoba (N-432, sigue por los municipios de Cabra, Lucena y Puente Genil) para finalizar el trayecto en Estepa (Sevilla).

Esta vía ya tiene varios tramos abiertos, alguno de ellos incluso están en servicio desde la década de los noventa, como el comprendido entre la capital jiennense y la variante de Martos, tramo pionero al que hay que unir posteriormente los comprendidos entre Úbeda y Baeza; intersección A-6000 (Torrequebradilla) con Mancha Real; Mancha Real-Jaén y el que une los municipios cordobeses de Cabra y Lucena.

Sin embargo, la crisis ha venido a paralizar la ejecución de otros tramos ya iniciados en esta autovía, en la que solo está en ejecución el tramo comprendido entre Baeza y el enlace norte de Puente del Obispo, mientras que la duplicación de la variante de Baeza y otros tres tramos viarios de la provincia de Jaén permanecen paralizados hasta tanto se determine el reajuste de plazos con las empresas adjudicatarias.

A este respecto, el delegado territorial de Fomento de la Junta de Andalucía en Jaén, Juan Antonio Sáez Mata, ha señalado a Efe que tras los recortes impulsados por el Gobierno central "ahora toca renegociar y redistribuir los plazos de esta actuación, por lo que se está hablando con las empresas adjudicatarias de las obras al objeto de ver el ritmo en el futuro en función de las disponibilidades presupuestarias para garantizar la continuidad de dichas obras".

Sáez añade que el objetivo de la Consejería de Fomento está centrado en "procurar que las obras iniciadas con anterioridad no se demoren en demasía una vez que se redefina y se readapte el plan de obras a las necesidades presupuestarias de la Junta".

Entre tanto, la autovía A-32, erróneamente llamada Linares-Albacete al tener su inicio en la confluencia de la A-44, en el municipio jiennense de Bailén, tiene como fin el desdoblamiento de la antigua Nacional 322, que ya tiene en servicio varios tramos, como el comprendido entre Bailén-Linares, que fue inaugurado en 1996, o el de Ibros-Úbeda, que entró en servicio hace varios meses.

En ejecución se encuentran los tramos Linares-Ibros y Úbeda-Torreperogil, de los que el subdelegado del Gobierno en Jaén, Juan Lillo, ha dicho a Efe que la ministra de Fomento, Ana Pastor, ha anunciado una consignación presupuestaria de 25 millones de euros para impulsar dichos tramos con vistas a que puedan estar terminados en el horizonte de finales de 2014 o del año 2015.

El resto de los tramos de este nuevo corredor viario, que consta de 236 kilómetros, se encuentran paralizados como consecuencia de los recortes y de la reprogramación llevada a cabo por el Ministerio, lo que ha causado el malestar y la oposición de los ciudadanos e incluso la reivindicación de los propietarios afectados por las expropiaciones que reclaman el pago de las mismas.