Garantizar la "independencia efectiva" del Estado con respecto a cualquier confesión religiosa y asegurar un sistema educativo laico "como derecho universal, igual e integrador, dentro de un proyecto común de ciudadanía". Esos son dos de los objetivos esenciales de Andalucía Laica, una organización sin ánimo de lucro que aboga por separar Iglesia y Estado y que ha mantenido recientemente una reunión de coordinación en Montilla.

"Defendemos que cualquier persona pueda tener sus propias creencias, pero que las mismas no salgan al ámbito de lo político o de lo legislativo", indicó Manuel Navarro, coordinador de Andalucía Laica, quien defendió la neutralidad del Estado. Para el portavoz del colectivo, "seguimos viviendo en un Estado confesional en donde predomina una injerencia por parte de lo religioso en el ámbito de lo público" y, para apuntalar su afirmación, recordó que "todavía permanecen símbolos religiosos en hospitales, en escuelas o en centros públicos". Andalucía Laica ha iniciado una campaña que pretende transmitir a las organizaciones políticas la necesidad de impulsar "esa transición real hacia una democracia que posibilite esa libertad de conciencia para todas las personas y no solamente para quienes tengan una determinada convicción", según Navarro.