El juzgado de lo penal número 1 de Córdoba celebrará el próximo 17 de enero el juicio contra una profesora del IES Cecilio Jiménez de El Viso por un presunto delito de tratos degradantes hacia el alumnado al que impartía clases de lengua y francés.

Los hechos se remontan al curso 2014-2015 cuando la Delegación de Educación le abrió un expediente sancionador por comportamientos humillantes, vejatorios y de maltrato verbal a varios alumnos menores y fue separada del puesto de profesora y de directora, que también ejercía, de este instituto.

La profesora, dos años después, ha recuperado en este curso 2018-2019 su puesto de profesora y el de directora, por lo que el AMPA remitió una carta al delegado de Educación mostrando «el estado de preocupación y desasosiego que vive la comunidad educativa de este centro» y pidiendo que no aprobara su reincorporación. También se dirigieron al Defensor del Pueblo Andaluz.

La Delegación de Educación contestó, con fecha 31 de agosto, que «se ha seguido el marco normativo establecido» para ejercer como docente y que la profesora fue la única candidata a ocupar el puesto de dirección.

Fuentes cercanas a la profesora han señalado a este periódico que ha recuperado su puesto porque «se ha acreditado que no hubo trato vejatorio y así lo establece la sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía en el recurso de apelación que interpuso contra la resolución de cese como directora y que declaraba firme otra sentencia anterior también favorable para ella, con la intervención de distintos testigos.

Estas mismas fuentes señalan que todo partió de un informe que elaboraron dos inspectores de la Junta.

Más allá de la vía administrativa, la denuncia penal llegó primero al juzgado de Pozoblanco a través de los propios servicios sanitarios que atendieron a algunos de los alumnos a los que esta profesora había dado clase. Y luego, en vía de recurso, a los juzgados de Córdoba.

En los informes de Psicología del Área Sanitaria Norte se diagnostica a dos alumnos con estrés postraumático tras señalar «los insultos, gritos, denigraciones y burlas que todos los alumnos reciben por parte de una profesora», con bajada del rendimiento escolar. El AMPA señala que la presencia de la profesora interfiere «en la protección de los menores que fueron objeto de los abusos denunciados en su día»