La asociación La Maquinilla ha organizado la visita a Peñarroya-Pueblonuevo de Frank Coornaert, un reconocido restaurador de chimeneas industriales de ladrillo y uno de los pocos que se dedican a ello en Europa. De origen belga, proviene de una familia de tres generaciones de constructores y restauradores de chimeneas, y se dedica tanto por profesión como por vocación a la rehabilitación de estos singulares elementos verticales.

Coornaert ha viajado hasta el municipio para realizar un estudio sobre las chimeneas que aún perduran. En esta ocasión se centrará en el estudio de las necesidades de la chimenea existente en la fábrica de papel, una de las mejor conservadas del patrimonio histórico industrial. Durante esta primera visita tiene previsto dar una charla en todos los centros educativos peñarriblenses, siendo el colegio presentación de María el elegido en primer lugar por ser el que apadrina el proyecto.

Rubén Cañamaque, presidente de La Maquinilla y promotor de la idea, explicó que el objetivo de la visita es dar un paso más hacia la concienciación de la población en la puesta en valor del patrimonio industrial. Puso como ejemplo el trabajo desarrollado en la Vía Verde. La asociación cree que tras 3 años del plan local de patrimonio industrial, y una vez que la sociedad está concienciada, el siguiente paso es recuperar este patrimonio.

La idea de restaurar la chimenea surgió porque anualmente miembros de la asociación viajan a Francia para asistir a congresos sobre chimeneas industriales de ladrillo, y allí conocieron a Coornaert, que aceptó la invitación. Lo conseguido es el fruto de un año de trabajo, de reuniones con el alcalde y con el dueño de la chimenea para poder realizar un estudio y un plan de rehabilitación.

Respecto al proceso que Frank Coornaert va a seguir, explicaba que su intención es reconstruirla en la medida de lo posible basándose en su estado original. Así, el trabajo lo iniciará con la búsqueda de documentación gráfica que permita hacer una comparativa con su estado actual. Los trabajos consistirían en la reconstrucción de la corona y ejecución de una losa a modo de tapadera que evite la filtración de agua. El proceso también incluye el sellado de juntas y el refuerzo del pie.

Coornaert manifestó que la restauración se puede plantear en muchos grados, desde una mera conservación hasta un nivel en el que se pueden añadir elementos decorativos o que atraigan la atención del público. Este es el caso de la iluminación, que se puede realizar por el exterior de manera que el elemento sea visible desde grandes distancias, o incluso por el interior, proyectando un cañón de luz.

El motivo que ha llevado a Frank Coornaert hasta el municipio, aparte del contacto con La Maquinilla, ha sido el hecho de que ha «sentido que aquí todavía hay amor por las chimeneas». Cabe señalar que esta es la única iniciativa de restauración de una chimenea que parte de la ciudadanía en Europa, y no solo esto, sino que será un caso único porque se financiará a partir de lo recaudado por el pueblo. Todos los centros participan en la iniciativa crowdfunding patrimonio.