La Comunidad Ahmadía del Islam, con sede en Pedro Abad, celebró ayer su 31ª reunión anual, a la que acudieron decenas de invitados llegados de distintos puntos del país, unos para reforzar los lazos de amistad y otros para conocer a esta comunidad religiosa. Abrió el acto Ata Ilahi Mansur, quien se centró en los diferentes servicios humanitarios que esta corriente realiza en los países subdesarrollados y en vías de desarrollo. Añadió que la religión islámica se resume en el servicio a Dios y a la humanidad, «pilares fundamentales de nuestra fe, consagrándose nuestra comunidad desde el inicio a servir al prójimo, especialmente a los más jóvenes, estableciendo escuelas, hospitales y creando pozos de agua potable y fuentes de energía». El parlamentario andaluz Antonio Sánchez Villaverde, muy asiduo a estos actos dada su amistad con esta comunidad, resaltó los objetivos marcados por la mancomunidad del Alto Guadalquivir, «que han estado basados siempre, como los ahmadíes, en trabajar por los demás».

La alcaldesa de Pedro Abad, Magdalena Luque, apuntó que «nuestro pueblo está orgulloso de tener a esta comunidad, ya que siempre que sus miembros son requeridos, están para ayudar a los demás». El presidente del Colegio Oficial de Agentes Comerciales de Córdoba, Antonio Serrano, expuso su experiencia en la Yalsa Salana de Londres, diciendo que «desde este colectivo nos sumamos a los ahmadíes para seguir contribuyendo a la paz». Fernando y Fátima, dos cristianos de Coria (Cáceres), entregaron un mensaje del obispo, Francisco Cerro, «partidario del acercamiento de las religiones». Despidió el acto Abdul Razak, emir de esta comunidad en España, quien dijo que el lema Amor para todos, odio para nadie, nació en esta localidad y fue a través de una inspiración del tercer jalifa, «y ahora está dando la vuelta al mundo en más de 200 países y múltiples lenguas».

Finalmente se abrió un turno de intervenciones en el que los miembros de esta comunidad resolvieron algunas de las dudas de los asistentes.