La Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural ha articulado la aplicación de nuevas ayudas a la reestructuración y reconversión de viñedos, la promoción de vinos en mercados de terceros países y la inversión en instalaciones de transformación e infraestructuras vinícolas, la comercialización, la eficiencia energética y la sostenibilidad para el periodo 2019-2023.

El viceconsejero de Agricultura, Ricardo Domínguez, animó a aprovechar «al máximo» los recursos de un programa de apoyo nacional, que cuenta para los próximos cinco años con una financiación del Fondo Europeo Agrícola de Garantía (Feaga) de 1.051,6 millones de euros.

El plazo para la presentación de solicitudes de estas ayudas, de las que pueden beneficiarse las empresas vitivinícolas, las organizaciones de productores vitivinícolas reconocidas, las asociaciones de dos o más productores y las organizaciones interprofesionales, finalizará el 31 de enero de cada año, salvo para la primera convocatoria, que, como remarcó Ricardo Domínguez, concluirá el próximo 16 de abril.

Con las propuestas recibidas, la Dirección General de Industrias y Cadena Agroalimentaria elaborará una lista priorizada para su envío al Ministerio de Agricultura y Pesca en la que disfrutarán de una mayor valoración las entidades asociativas prioritarias reconocidas para el sector del vino, tanto de carácter estatal como regional, o las cooperativas y otras entidades agroalimentarias.

Según Domínguez, «estamos ante unos fondos que nos permiten ahondar en objetivos estratégicos», entre los que ha destacado la importancia de caminar hacia una mayor agrupación de los primeros eslabones de la cadena alimentaria mediante la unión de las entidades asociativas y el asociacionismo agrario, el aumento de la dimensión empresarial y la máxima participación de los viticultores y elaboradores en la cadena de valor.

El programa abre una puerta también, dentro de sus operaciones subvencionables, al impulso de la sostenibilidad integral de las industrias.