La parlamentaria por Córdoba y portavoz de Memoria de Adelante Andalucía, Ana Naranjo, ha exigido al Gobierno andaluz que “cumpla su propia Ley de Memoria Democrática” y retire el nombre del CEIP José María Pemán de Puente Genil, que “es el único centro educativo público de Andalucía que sigue rindiendo honores al represor del magisterio durante el franquismo”. Naranjo ha denunciado, a través de un comunicado de prensa, que este hecho “incumple el artículo 32 de la Ley de Memoria, que establece que las administraciones públicas deben eliminar elementos de exaltación a la dictadura, incluidas alusiones a los participantes, instigadores o legitimadores del golpe de estado de 1936 y de la dictadura franquista”.

La parlamentaria ha recordado que José María Pemán “no da nombre al colegio por su faceta de escritor”, si no que el régimen franquista “quiso homenajear su papel como represor de maestros y maestras”, que está ampliamente documentado y del que el propio Pemán hacía alarde en numerosos escritos. Solo en Puente Genil, donde se encuentra el último colegio que todavía lleva su nombre, “fueron depurados 31 docentes”, por lo que Naranjo señala que “es incomprensible que a día de hoy un centro público siga honrando a un personaje que tanto daño hizo a los maestros y maestras, a quienes llamaba ‘envenenadores del alma popular’”.

Es “intolerable” que un colegio público, en el que se debe educar a niños y niñas también en los valores democráticos, exalte la figura de un represor franquista, por lo que Adelante ha exigido al Gobierno andaluz que retire esta denominación en cumplimiento de su propia ley “o tendremos que recurrir a los juzgados”. Así lo advirtió Naranjo durante la última Comisión de Educación del Parlamento andaluz, en la que, sin embargo, el consejero Javier Imbroda espetó por toda respuesta que “hay que dejar la historia tranquila” y que en la guerra civil “no hubo malos ni buenos”.

Equidistancia

La portavoz de Memoria ha denunciado que “se permitan estos discursos equidistantes, que equiparan a verdugos con víctimas, a demócratas con golpistas, en la casa de la democracia andaluza y por parte de un consejero de Educación”. Naranjo ha señalado que “la historia lleva demasiados años ‘tranquila’, tantos como llevan las víctimas del franquismo y quienes defendieron la República frente al golpe de estado esperando la reparación que esta sociedad les debe”, y que se concreta, entre otros aspectos, en la retirada de honores a los personajes que propiciaron y permitieron ese ataque a la democracia.

Además, Naranjo considera “inaceptable” que el Gobierno andaluz reproduzca este tipo de argumentos cuando lo que debería hacer, en el ejercicio de sus competencias, es “trabajar por la salvaguarda de la memoria y la consecución de los derechos de verdad, justicia y reparación, tal y como indica la ley”.