La magistrada del Juzgado de los Penal número 5 de Córdoba ha absuelto al exalcalde de Bujalance Rafael Cañete y la exconcejala de Festejos Josefa Yebras, ambos del PSOE, y defendidos por el letrado Francisco Acosta Palomino, de los delitos de daños por los que han sido juzgados, por, presuntamente, haber ordenado la destrucción de las carrozas de Reyes de la localidad. La denuncia había sido presentada por el equipo de gobierno del PP, que acusaba a ambos ediles de haber dado la orden de quemar las carrozas de la cabalgata de Reyes, con «un ánimo o finalidad de causar desperfectos en el patrimonio del Ayuntamiento movidos por un ánimo de represalia por el mal resultado electoral, ordenaron destrozar o causar destrozos en las carrozas de la cabalgata de Reyes que se encontraban guardadas en una nave».

La jueza, en su fallo, considera que no han quedado acreditados en todos sus extremos los hechos denunciados «con la suficiencia jurisprudencialmente exigida para poder condenar». Según la jueza, «no existen pruebas de cargo de las que deriven elementos incriminatorios», ya que «las pruebas articuladas por las acusaciones no son suficientes para fundamentar un pronunciamiento incriminatorio y que de las pruebas practicadas surgen dos versiones contradictorias».

Según la sentencia, la concejal acusada lo que hizo en su momento fue ordenar a un operario que hiciera sitio en la nave donde se encontraban las carrozas para que pudiera entrar un microbús y unos palés de alimentos. Respecto a las carrozas, explicó que parte de ellas eran de propiedad privada y había que devolverlas y otra parte era de material fungible que todos los años se destruye y se hace nuevo al siguiente. Esta versión, según la jueza, «no fue contradicha por ninguno de los testigos ni por la parte acusadora». Concluye la jueza que «analizando todo ello, esta juzgadora, en vista de las pruebas practicadas tiene serias e importantes dudas; dudas que no pueden sino determinar su absolución, al no existir ninguna otra prueba de cargo que permita apoyar la versión ofrecida por la acusación». La sentencia es recurrible.