La Sección Tercera de la Audiencia Provincial ha absuelto al hombre que estaba acusado de delitos de asesinato con alevosía y tenencia ilícita de armas por la muerte de un varón por una venta de drogas en un paraje de la localidad cordobesa de Puente Genil en septiembre del 2012, todo ello después de que cinco miembros del jurado lo han declarado inocente, frente a cuatro que lo consideran culpable.

Al respecto, el presidente del tribunal devolvió en la mañana de este martes el veredicto a los componentes del jurado al no llegar a un acuerdo legal sobre la culpabilidad o no, emplazando a una segunda lectura en caso de acuerdo, que se produjo en la tarde de este mismo martes con el citado veredicto.

En el primer caso, había "dos puntos de incongruencia" en cuanto a la autoría de los hechos, de manera que seis miembros consideraban culpable al procesado, si bien otros tres lo ven inocente. Así, el magistrado recordó que la ley establece que se necesitan siete votos para la culpabilidad y cinco para declararlo inocente.

Durante el juicio, el acusado manifestó ante el jurado que él no disparó, sino que lo hizo un amigo con el que iba a dicho paraje o el hombre, conocido suyo, para quien era la droga y que, según él, apareció de repente en la zona, todo ello tras "un forcejeo".

Así, precisó que él dijo que por qué no se hacía la transacción de droga en el interior del pueblo, si bien su conocido le señaló que mejor en las afueras del pueblo. Ante ello, dicho hombre le dio el dinero a su amigo y fueron de noche hacia el paraje, según el acusado.

Una vez en el lugar, el procesado se quedó en el coche en el que iba junto al citado amigo y se bajó de una furgoneta el fallecido, mientras que el conductor de la misma --el suegro de la víctima-- daba la vuelta, aunque pudo ver los hechos, según el testimonio del acusado, quien prosiguió que su amigo fue a comprobar la droga y advirtió de que era "escayola", de manera que se inició "un forcejeo" entre ambos.

En ese instante, apareció el hombre conocido y supuestamente le disparó al varón que se bajó de la furgoneta, aunque puntualizó que él estaba junto al coche y solo escuchó los disparos, de forma que no vio la pistola y cuando llegó al coche su amigo le dijo que disparó el conocido, algo en lo que ha agregado que este último les dijo que de lo ocurrido no dijeran nada. Si bien, señaló que él estaba "drogado" y no está "seguro de quién disparó".

"No he manifestado esto nunca por represalias" y "amenazas" que pudiera haber, según aseveró ante el jurado. Y a la pregunta de la fiscal que por qué estuvo huido un mes, explicó que nadie le notificó que le estuvieran buscando tras los hechos, de manera que "estaba trabajando en la aceituna en Alcolea del Río", según dijo, a la vez que indicó que no sabe qué pasó con el paquete que llevaba el fallecido.

"TOTALMENTE INESPERADA"

En las cuestiones previas, la fiscal expresó que está "convencida" de que el acusado mató por la espalda a la víctima con "una pistola para la que no tenía autorización", algo que, según el Ministerio Público, hizo "de forma totalmente inesperada". Mientras, el abogado de la acusación afirmó que el procesado "acabó por la espalda de forma cobarde" con el fallecido, que era "la cabeza de turco" en la transacción.

Por su parte, la defensa recordó que en este caso ha habido dos acusados más, uno de ellos por asesinato, pero dejaron de serlo y ahora son testigos de la Fiscalía. Entretanto, remarcó que él pedía la absolución para su cliente.

La Fiscalía solicitó para el procesado penas de 20 años de prisión, concretamente 18 por el delito de asesinato y dos por tenencia ilícita de armas, así como indemnizaciones por unos 300.000 euros, peticiones a las que se ha adherido la Abogacía del Estado. Y la acusación particular pidió 25 años de cárcel por el delito de asesinato y tres por tenencia ilícita de armas, además de 600.000 euros de indemnización.