Lucena cuenta desde ayer con la mayor planta fotovoltaica sobre cubierta de Andalucía, que ha sido montada por Enersonne en los tejados de Industrias Espejo. El acto inaugural contó con la asistencia del alcalde, Juan Pérez; la delegada provincial de Innovación, Ciencia y Empresa, Carmen Prieto; la parlamentaria socialista Araceli Carrillo; los concejales de Medio Ambiente y Fomento, María del Mar Morales y Antonio Pineda; y el director general de Enersonne, Francisco Gutiérrez.

La planta en cuestión dispone de una superficie de 50.000 metros cuadrados y ofrece una potencia de 1.974.240 WP con 21.936 paneles fotovoltaicos. Construida y propiedad de la empresa Enersone, realizada con capital propio, se ha instalado sin taladrar la cubierta, respetando la estética y con total integración, protegiendo la misma. Prácticamente todos los instaladores han sido contrataciones que se han realizado en la provincia de Córdoba, por lo que se ha dado trabajo a unas 30 personas durante el tiempo de su instalación.

Un dato a destacar asimismo es que tanto los paneles fotovoltaicos como los inversores del sistema son fabricados en España.

La planta de Enersonne está produciendo 11.000 Kw/h cada día. El consumo medio de una casa es de unos 200 Kw/h al mes, por lo que diariamente necesita unos 6 Kw/h. Esto significa que en un día podría generar la energía consumida por algo más de 1.800 hogares. En lo que respecta al consumo de CO2, 1 KWh producido con carbón equivale a 0,75 kg de CO2; y 1 KWh producido con fuel o gasoil, a 0,60 kg de CO2. Es decir, esta planta ahorra la emisión de 8 toneladas diarias de CO2 a la atmósfera si se trata de la generación con carbón, y cerca de 7 toneladas al día si es por fuel o gasoil.

Los responsables de Enersonne han informado de las múltiples ventajas que se derivan de la producción de energía fotovoltaica. Entre ellas está que la electricidad se produce de forma distribuida, lo que permite reducir el riesgo de caídas del sistema y le hace menos vulnerable a sabotajes o accidentes. Otra ventaja es que los costes se reducen a los propios de la instalación. Asimismo, es preciso destacar que la tramitación se agiliza, con el consiguiente ahorro en el tiempo de ejecución de la obra frente a otras energías. Otro factor a resaltar es que la electricidad se consume donde se produce y no hay desperdicio de energía en el transporte ni en la elevación y disminución de potencia.