El cuadro de San Rafael obra del pintor cordobés Antonio del Castillo ya esta de nuevo en casa: en el Ayuntamiento. Ha regresado la víspera de la festividad del custodio de Córdoba y después de permanecer dos meses en el taller de restauración municipal del Museo Taurino, donde ha sido limpiado a conciencia por el restaurador Enrique Ortega. Tan bien ha dejado el lienzo, que, después de años, al arcángel se le pueden ver ahora sus alas, las botas que calza y el texto de juramento que hizo para proteger a la ciudad.

A primeras horas de la mañana, media docena de operarios trasladaron el cuadro desde el Museo Taurino hasta la primera planta del Ayuntamiento y lo colgaron junto a la puerta de acceso del salón de plenos. No lo colocaron correctamente, pues se aprecia que está ligeramente ladeado, defecto que se corregirá.

Con la vuelta del cuadro del arcángel a su lugar habitual se pone fin a una polémica que se originó en el Ayuntamiento de Córdoba cuando la alcaldesa, Isabel Ambrosio, ordenó, a poco de llegar a la Alcaldía, retirar un crucifijo de su despacho por respeto a la Constitución y a la aconfesionalidad del Estado y enviarlo a los museos municipales, dijo entonces, a la vez que anunció que otros símbolos religiosos se irían retirando poco a poco de las dependencias municipales. Todo el mundo miró entonces el cuadro de San Rafael como el próximo en salir de Capitulares, pero enseguida rectificó y dijo que esa imagen seguiría en su lugar y después de restaurado.

Para hoy festividad de San Rafael, el Ayuntamiento ha dipuesto una jornada de puertas abiertas para que los ciudadanos puedan ver la imagen. El horario es de 9 a 14 horas y de 17 a 20 horas.