Programas televisivos de reporterismo y ríos de tinta se han centrado durante años en mostrar la imagen más dura de Las Palmeras: un barrio de la periferia con un 70% de desempleo y donde las carencias en infraestructuras, transporte y seguridad son evidentes. "Yo tenía un trabajo seguro al lado de mi casa y lo dejé atraída por el barrio", cuenta en radio Onda Palmeras Aurora Romero, una farmacéutica que hace seis meses abrió su botica en el barrio, después de que los 3.000 habitantes del vecindario tuvieran que desplazarse a otra zona de la capital a por paracetamol durante años, porque carecían de este servicio. Ella resume a la perfección la motivación del que pisa Las Palmeras a quedarse en el barrio: "Recibes muchísimo más de lo que das".

Y de las "cosas buenas de Las Palmeras" es de lo que hablan la decena de voluntarios, como locutores de esta particular emisora de radio comunitaria, abierta hace un año en el barrio y que ha logrado ya el Premio Andalucía Joven en la modalidad de solidaridad, por parte de la Junta. "Onda Palmeras nace para ofrecer un recurso de participación y ayudar a mejorar la comunicación entre el barrio y la ciudad de Córdoba", explica el responsable de la emisora, el trabajador y educador social José Serrano, que también dirige una radio comunitaria en las Tres Mil Viviendas de Sevilla.

Y es que Las Palmeras es un barrio localizado en las afueras de la ciudad, adonde algunos taxis no se atreven a llegar y donde los estereotipos ligados a la delincuencia y a la conflictividad suelen ser los protagonistas principales de las noticias. Por eso, los locutores de Onda Palmeras decidieron que ya era hora de que se escuchasen buenas noticias contadas, además, por sus protagonistas: los futboleros del Club U.D. Las Palmeras, los cofrades de la hermandad del barrio y las familias de los alumnos de los dos centros educativos del vecindario, los CEIP Duque de Rivas y Pedagogo García Navarro. Pero es que, además, por los micrófonos palmereños han pasado vecinos famosos, como la cantante India Martínez, el futbolista Jorge Luque o el escritor Lucas Jurado.

Cada viernes, en torno a las cinco de la tarde, la emisora se llena de voluntarios que elaboran preguntas en común para los invitados de la radio; escriben sus escaletas y realizan ellos mismo el control técnico. Pero en sus parrillas, además de un programa de entrevistas y otro de fútbol, hay algo que tratan de captar a través de las ondas: la ilusión y las ganas de mejorar su realidad. Y es que, Las Palmeras, un barrio creado en los sesenta para albergar a familias en sus llamadas "casitas portátiles", cuenta hoy con cinco manzanas de bloques donde vive una población cuyos jóvenes suponen el 34% de sus 3.000 vecinos.

"Las Palmeras es un barrio complicado, sí, pero con mucho arte", confiesa Germán Moreno, director de la asociación de voluntarios Red XXI, entidad heredera de los oratorios que los salesianos llevaron allí en 1992 y que hoy autogestiona "escuelas de verano" de ocio alternativo, campamentos y la propia radio del barrio. "Se trata de ofrecer ocio alternativo a jóvenes que de otra forma estarían arrastrados por influencias negativas", explica Germán.

¿Y esta apuesta por "un barrio olvidado" merece la pena? La respuesta la tiene uno de los primeros niños que jugaba hace años a la pelota con "los maestros de verano", Jesús García: "Yo veía de chico a los maestros en verano hacer cosas buenas por el barrio y ahora ayudo a los nenes en los talleres".