Gobierno y oposición se han unido este martes en el pleno frente al rechazo radical de Vox a las políticas de igualdad. Los dos concejales del partido de Santiago Abascal en el Ayuntamiento de Córdoba han sido los únicos que votaron en contra de dos mociones dedicadas a la promoción del deporte femenino y a la adhesión de Córdoba a la red de ciudades conciliadoras por la igualdad, y se han abstenido en otra para impulsar un plan de erradicación del sinhogarimo porque incluía una perspectiva de género (la moción sostiene que las mujeres que viven en la calle son doblemente vulnerables).

La postura de Vox ha concitado la unidad del resto de la Corporación municipal y ha puesto en bandeja a la oposición las críticas al gobierno de PP y Cs por depender de un socio que abandera la causa antifeminista. «En el pecado llevan la penitencia --les ha dicho Amparo Pernichi (IU)-- porque no tienen fácil tener compañeros de viaje como Vox». La concejala del PSOE Carmen Victoria Campos, por su parte, lamenta que Vox sea «el socio vip» en la negociación de las ordenanzas fiscales, mientras que Cristina Pedrajas (Podemos) ha tirado de pragmatismo: «Afortunadamente no necesitamos los votos de Vox para trabajar en el sinhogarismo. A palabras necias, oídos sordos».

La postura de Vox también ha permitido al PSOE, en boca de Maribel Baena, afirmar que las cosas en Andalucía «están peor como consecuencia de la alianza del PP y Cs con la extrema derecha; y a los compañeros del Gobierno andaluz negar la mayor. «Pido que no se use la violencia de género como arma política. En la Junta no se ha dado ni un paso atrás», ha afirmado la responsable de Servicios Sociales, Eva Timoteo (Cs).

Ya en las declaraciones previas al pleno, la portavoz de Vox, Paula Badanelli, aludió a la recién creada comisión de igualdad para criticarla y calentó motores para lo que vino después. «Los que dudaron de la utilidad de los dos concejales de Vox hemos conseguido meterle las cabras en el corral al PP», dijo en referencia a la moción impulsada por este grupo sobre los cortes de Endesa, que ha terminado saliendo por consenso. Después Badanelli insinuó que Cs había propuesto las mociones «con sesgo de género» por criterios electoralistas y criticó con dureza la gestión de esta formación y en especial la de su portavoz, la primera teniente de alcalde de Turismo, Isabel Albás. «Cs debería llevar solamente una delegación que se llamara de género, porque en el resto de actuaciones brilla por su ausencia», dijo Badanelli.

Albás se zafó, también en declaraciones previas al pleno, con un «Vox necesita espectáculo para salir en los medios» y con una invitación a que trabajasen más. «La desigualdad es real, que miren si no las tasas de desempleo de hombres y mujeres», añadió. Con este ambiente llegaron los señores capitulares a un pleno ligero en asuntos de gestión (a excepción de un expediente de reconocimiento extrajudicial de crédito de 1550.00 euros y del levantamiento del reparo a dos convocatorias de promoción interna en Policía Local y auxiliares), pese a inaugurar el curso político en Córdoba.

Declaraciones de intenciones

En realidad, las dos mociones sobre igualdad no dejan de ser declaraciones de buenas intenciones. En el caso de la dedicada al deporte femenino, por ejemplo, el Pleno se compromete a impulsar la participacición y visibilización del deporte femenino. En la defensa de la moción se han escuchado ejemplos muy gráficos de las diferencias que hay en la práctica deportiva de hombres y mujeres: desde las diferencias en lo que cobran árbitros según su sexo, hasta que las jugadores del Córdoba CF femenino juegan en un campo peor, se duchan en instalaciones sin agua caliente y no tienen equipación oficial.

Para Vox, por contra, las mociones suponen un ataque a la libertad de elección de las mujeres, «que pueden querer estar en un podio regando con champán a un ciclista», y un ataque contra el hombre: «Quieren convertir a los hombres en una especie en peligro de extinción. Ahora son el sexo vilipendiado y el débil», replicó Badanelli. El tono del debate ha ido in crescendo, llegando a las alusiones personales y a las acusaciones cruzadas, sobre todo entre Badanelli y Alba Doblas, que tachó a la portavoz de «elitista» y a su formación de «racista» y «machista», hasta el punto de que la edil de Vox pidió mediación al alcalde ante «los ataques» a su persona.

Para el concejal de Deportes, Manuel Torrejimeno (Cs), por el contrario, «Badanelli vive en una realidad paralela, en otro mundo y peleada con él»; mientras que la edil del Promoción de la Ciudad, Marián Aguilar (PP), dejó claro que «motivos no faltan» para apoyar las mociones de igualdad, aunque no hizo alusiones personales.