El sevillano Jesús Cubiles, de 59 años, bromea con que ya se ha vuelto medio cordobés, gracias al trasplante bipulmonar que recibió en el hospital Reina Sofía el 17 de febrero, al cariño que le ha cogido a los «excelentes» profesionales que le han asistido desde el primer momento en el complejo sanitario cordobés y a la asociación A Pleno Pulmón que le ha brindado su apoyo en todo momento.

Antes del trasplante, Jesús padecía una fibrosis pulmonar idiopática, que le fue diagnosticada en el 2016, gracias a que un buen amigo médico le aconsejó que se hiciera pruebas porque no le gustaba la disnea que presentaba. Este paciente llevaba en lista de espera más de un año. Desde el verano del 2019 su estado de salud se había deteriorado mucho, requiriendo oxígeno para caminar o cualquier otra actividad como ducharse. Levantarse de la cama era para él un reto diario, tenía que comer y vestirse despacio. Se encontraba un poco «desesperado» porque no llegaba el aviso del Reina Sofía para decirle que había un posible donante. Sin embargo, el 15 de febrero le llamó el doctor José Manuel Vaquero, neumólogo del Reina Sofía, para comunicarle que se viniera para Córdoba, que había un posible donante. Pero al poco de llegar a Córdoba supo que no era viable el injerto. «Mi familia se desilusionó mucho cuando supo que el trasplante no se iba a hacer, pero para mí fue un subidón, porque pensé que estaba ya en puertas, que pronto sí sería posible, sin imaginar que apenas unas horas después de haber regresado a Sevilla, al día siguiente, el 16 de febrero, me iba a tener que volver corriendo para Córdoba porque había otro posible donante, que en este caso iba a permitir que pudiera recibir un trasplante bipulmonar. María Carmen, mi mujer, y yo dimos un grito de alegría», relata Jesús.

Javier Algar, cirujano torácico del Reina Sofía explicó a este paciente cómo iba a ser la operación y «me transmitió mucha tranquilidad», resalta Jesús, que finalmente recibió el trasplante el 17 de febrero. La recuperación de este trasplantado fue muy positiva. Necesitó solo estar tres días en la UCI, cuando los trasplantes bipulmonares requieren entre 7 o 10 días, y pasó otras 15 jornadas en planta, realizando el resto de rehabilitación en casa. Sin embargo, desde hace unos días se encuentra ingresado de nuevo en el Reina Sofía para resolver una pequeña complicación, aunque espera pronto regresar de nuevo a su casa.

Jesús, que se emociona mucho cuando rememora todo lo pasado antes y después del trasplante, quiere dar gracias a su donante, por su solidaridad, y a su familia (a su mujer, tres hijos y nietos) por haberle apoyado tanto. También muestra su agradecimiento a ·la labor de los profesionales que hacen posible milagros como el mío» y recuerda la importancia de seguir difundiendo el mensaje de Regala vida dona órganos.