La Virgen de la Fuensanta regresó anoche a su santuario en triunfal procesión desde la Catedral. Previa a la salida de la imagen, el obispo de la diócesis, Demetrio Fernández, presidió la solemne eucaristía que contó con el acompañamiento musical del coro de la Catedral de Córdoba bajo la dirección de Clemente Mata.

El prelado felicitó a todos los participantes en estos actos en torno a la Virgen de la Fuensanta, especialmente a la Agrupación de Cofradías. En este sentido, señaló que el hecho de que la Virgen llegue a la Catedral para iniciar su procesión hace que «esta fiesta sea cada vez más espléndida», un templo que se «viste de gala para acoger a la Virgen de la Fuensanta». Asimismo, recordó con gozo la visita a los templos que la Virgen ha hecho durante estos días, «suscitando momentos de devoción y piedad». A la vez que ha recordado el 25 aniversario de la coronación canónica que se celebra.

Finalmente, ha agradecido al alcalde de la ciudad, José María Bellido, su presencia y ha recordado que la Virgen es la «verdadera protagonista de la fiesta». Para concluir ha pedido por la ciudad encomendándose a su patrona. Antes de concluir la eucaristía, el alcalde ofreció a la Virgen un broche con motivo del aniversario de la coronación. Una pieza realizada en plata y pedrería por el joyero cordobés Rafael González. La ceremonia concluyó con el himno a la Virgen de la Fuensanta cantado magistralmente por el coro y orquesta de la Catedral.

Tras la eucaristía se comenzó a formar el cortejo que llevaría a la Virgen de vuelta a su santuario. Mientras las hermandades iban saliendo por la Puerta de las Palmas la cuadrilla de costaleros, mandada en esta ocasión por Luis Miguel Carrión ‘Curro’, se preparaba para la primera levantá de la Virgen, un momento que no tardó en suceder. Poco antes de las nueve de la noche, la Virgen ya caminaba por el interior de la Catedral sobre su paso de plata, que este año estrena los faldones y respiraderos laterales obra de Francisco Mira y Emilio León, respectivamente.

En cuanto al exorno, la Virgen lució con el manto regalado por la archicofradía del Carmen de San Cayetano y bordado por Antonio Villar, en cuyo pecho iba el broche del Ayuntamiento.

Así, la Virgen quedaba enmarcada en el Arco de Bendiciones ante cientos de personas que llenaban el Patio de los Naranjos. A los sones de Fuensanta coronada, interpretada por la sevillana banda del Maestro Tejera la Virgen, caminaba triunfante hacia su santuario, donde hoy vivirá intensos momentos.