La Virgen de la Fuensanta coronada, patrona de la ciudad y de las cofradías cordobesas, regresó ayer a su Santuario en una triunfal procesión organizada por la Agrupación de Cofradías de la ciudad y el Cabildo Catedral.

A las 19.30 horas dio comienzo la eucaristía en el primer templo de la diócesis, donde estaban convocadas todas las cofradías de la ciudad para honrar a su patrona. El acto religioso estuvo presidido por el obispo de la diócesis, quien destacó la devoción a la Virgen en su advocación de la Fuensanta. «La Virgen de la Fuensanta es madre de los cordobeses» y la fiesta es «de Ella, por si alguien no se ha enterado», señaló el prelado.

Concluida la ceremonia, se fue formando el cortejo que llevó a la Virgen al barrio de la Fuensanta y su Santuario. En el mismo, participaron representantes de las cofradías cordobesas que fueron abriendo camino al paso de la Virgen, cuyo resplandor se vislumbraba en el interior de la Catedral. La banda de cornetas y tambores Caído-Fuensanta, situada en cruz de guía, fue abriendo paso a la comitiva en dirección a la Puerta del Perdón ante un Patio de los Naranjos repleto de fieles y público en general. A lo lejos se veía avanzar el templete de plata que cobija a la Virgen de la Fuensanta sobre su paso, que sutilmente quedó enmarcado en la Puerta de las Palmas de la Catedral cordobesa.

Al estreno de años anteriores se une este año el respiradero frontal, una magnífica pieza diseñada y cincelada por el orfebre cordobés Emilio León, autor asimismo del diseño de los faldones delantero y trasero, bordados con maestría por Francisco Mira y estrenados también anoche durante la procesión.

El paso de la Virgen fue exornado con alrededor de cuatrocientas varas de nardos y rosas blancas que desprendían el aroma propio de una patrona. La prestigiosa banda del Maestro Tejera puso el resto para crear el mejor ambiente en las vísperas de la patrona de la ciudad, la Virgen de la Fuensanta.