La empresa municipal Vimcorsa estrenó hace casi un año, a primeros de mayo, una nueva fórmula para ofrecer viviendas a los demandantes con la que ha conseguido una bolsa de entre 70 y 80, según explicó ayer su gerente, Rafael Ibáñez, que, junto con su presidenta, Alba Doblas, presentaron las cuentas del 2018, que acabó con un resultado positivo de 2,3 millones y que fueron aprobadas en el consejo de administración. Blázquez dijo que esta bolsa «va funcionando razonablemente bien» y se alimenta con las viviendas que quieren vender o permutar propietarios particulares y con las de las entidades financieras con las que Vimcorsa negocia para que las pongan a disposición del registro a precios asequibles. El registro permite la permuta, que, según Ibáñez, «está teniendo mucho éxito», ya que hay muchas personas con problemas de accesibilidad en sus domicilios y buscan otros. Es más, aseguró que está «a punto de culminar» una permuta de viviendas.

Doblas destacó que las cuentas reflejan que Vimcorsa tiene «un presente saneado y un futuro esperanzador económicamente». La concejala subrayó su «rigor y transparencia» e insistió en que lo normal es que se sucedan «años de cosecha» como el 2018, en el que hubo ingresos por la venta de las 120 VPO de Turruñuelos, con «años de siembra». Es más, aseguró que el balance de todo el mandato arroja un saldo positivo de 673.000 euros. Doblas destacó que Vimcorsa tiene un patrimonio de 59,9 millones, ha bajado gastos corrientes y «reducido morosidad a unos niveles sensiblemente mejores que la inmensa mayoría de las empresas públicas de vivienda». La empresa sigue a la espera de licencia para los 118 apartamentos de Sama Naharro y las 308 VPO de Huerta de Santa Isabel.

En el consejo, el informe de gestión recibió los votos en contra del PP y del Consejo del Movimiento Ciudadano, que también rechazaron que Vimcorsa tenga que pedir de nuevo a Urbanismo dos parcelas para las cooperativas de vivienda.