La empresa del Ayuntamiento Vimcorsa quiere buscar nuevas fórmulas para proporcionar vivienda a quien la necesite y que no sean las tradicionales de la construcción y posterior compraventa. La presidenta de la empresa, Alba Doblas, acompañada por el gerente, Rafael Ibáñez, ha explicado que en un año Córdoba contará con un plan municipal de vivienda nuevo en el que se abandonarán «los criterios constructivos por otros más favorecedores del derecho a la vivienda».

Aunque para conocer esas fórmulas nuevas habrá que esperar a que ese plan esté terminado, Doblas ha aludido a medidas como «las cooperativas de vivienda, otros regímenes de compartir vivienda, el fenómeno del intercambio o la permuta, y la rehabilitación», que son distintas a «la compra o el alquiler». Ahí entraría, por ejemplo, la idea de adquirir casas patio para cederlas a cooperativas interesadas en rehabilitarlas y habitarlas, que es la base del programa Patios de la Axerquía (PAX), que no logró los fondos europeos solicitados pero que Vimcorsa quiere llevar a cabo e incluirá partidas para ello en sus presupuestos del 2017.

El plan de vivienda sustituirá al aprobado en el 2010, cuando gobernaban IU y PSOE y Vimcorsa estaba presidida por Victoria Fernández (PSOE), y responde a las exigencias marcadas por el Plan andaluz de Vivienda, que obliga a los ayuntamientos a actualizar sus documentos o a elaborar nuevos, opción esta última que ha elegido el de Córdoba. Además, el Pleno aprobó en febrero una moción para llevar a cabo un plan «que debía hacerse de forma participada». Según Doblas, «el anterior está obsoleto y basado en la construcción y no atendía el derecho fundamental a la vivienda». Además, «se basaba en una realidad estática» y ahora hace falta un «diagnóstico dinámico» basado «en la demanda y no en la oferta». A juicio de Doblas, «hay que dar respuesta a las demandas habitacionales» y a familias que han perdido su vivienda o corren el riesgo de hacerlo, que se encuentran en situación de infravivienda o necesitan soluciones de accesibilidad.

- ¿Qué decía el anterior texto?

El punto de partida del plan es el registro de demandantes, donde hay inscritas 7.000 familias, de las que «conocemos sus nombres y apellidos y tenemos identificadas sus necesidades». Tanto para la fase de diagnóstico como para la de las medidas de acción, Vimcorsa llevará a cabo reuniones en los 68 barrios. Como la idea es que sea un plan «participado», se mostrará al Consejo de Movimiento Ciudadano, consejos sectoriales, federación y asociaciones vecinales, colectivos de mujeres, jóvenes, mayores y discapacitados, consumidores, agentes económicos y sociales y colegios profesionales. El Movimiento Ciudadano y el Consejo Social deberán pronunciarse sobre el plan, que tendrá que ser aprobado por el Pleno.

El gerente de Vimcorsa asegura que el plan hará también un diagnóstico de la oferta existentes, de «cuántas viviendas vacías hay, cuáles no tienen condiciones de habitabilidad, y qué solares hay susceptibles de ser usados para alojamientos, VPO u otras soluciones habitacionales».

Vimcorsa no descarta del todo seguir construyendo. De hecho, negocia la adquisición de terrenos para edificar 300 viviendas. La empresa tiene en obras en Turruñuelos 120 VPO, cuya primera fase estará acabada a finales del 2017. Ibáñez afirma que la empresa apenas tiene VPO de promociones anteriores sin vender. Recuerda que «cuando llegamos había unas 40 y solo quedan 9 que están comprometidas».