Por fin ha empezado, pasadas las ocho, tras colas que cruzaban el Patio de los Naranjos, tras un bullicio de saludos inacabables dentro de la Mezquita-Catedral. Por fin, pasadas las ocho y diez, se ha hecho el silencio y la música lo ha llenado todo. Vicente amigo arrancó con Autorretrato, un concierto que promete ser antológico. Tras un crescendo de infarto, se ha dirigido al público para "agradecerles a ustedes que nos arropen en este lugar sobrecogedor" -siempre en plural, en nombre de todos los músicos que le acompañan en el escenario- y ha anunciado que intentará "devolver el gesto con el corazón". Y tanto.

Y es que el concierto de Vicente Amigo para conmemorar el 25 aniversario de la declaración del Casco Histórico de Córdoba Patrimonio de la Humanidad ha comenzado. El artista hace resonar por las antiguas columnas de la Mezquita-Catedral los puros acordes de Tierra, Tierra pero el sonido, lejos de rozar el suelo, tiene la virtud de elevar las almas.

El guitarrista Vicente Amigo, durante un momento de su concierto en la Mezquita-Catedral este jueves. FOTO:A.J. GONZÁLEZ

Silencio y respeto y algún ole bien dicho han acogido al guitarrista cordobés en un concierto que aúna la simbología universal de su música con la universalidad del título que concedió la Unesco a Córdoba, y que la ciudad mantiene. Este encuentro es un acto social, un encuentro del Ayuntamiento de Córdoba y de las instituciones con su propia ciudad, a través de ese público de unos 1.200 afortunados que consiguió las entradas para el evento. Pero el arte siempre supera la convención social, y los primeros acordes nos dicen que la maravilla de las calles y monumentos de la ciudad antigua se ven respetados y enaltecidos en los sones de una guitarra. Silencio y respeto, que el arte celebra al arte.

El artista, que ha comenzado, como suele ser habitual en sus conciertos, con la soledad de su guitarra, se ha visto arropado en el escenario por nueve músicos, entre los que figuran algunos de los que grabaron este disco en Londres aunque, desgraciadamente, faltó Guy Fletcher, sí mostraron su maestría el percusionista Danny Cummings, el flautista Mike McGoldrick, el violinista John McCusker --cuando lo presentó, no recordaba bien su nombre, así que lo abrazó- y Donald Shaw con el acordeón. De segunda guitarra Añil Fernández, Paquito González con la percusión y Los Mellis de Huelva. Con una guitarra que manda, ¡y cómo manda! se ha conseguido una atmósfera de frescura y alegría, con sus toques de hondo sentimiento.

Por otro lado, no se puede olvidar que en su último trabajo, Memoria de los sentidos, Vicente Amigo volvió a sus raíces flamencas, algo que evidenció anoche con la intervención de Pedro El Granaíno, que interpretó el tema Las cuatro lunas, perteneciente a este trabajo y dedicada al torero Talavante.

Tierra, el álbum más novedoso e internacional de su carrera y con él el gran guitarrista flamenco abrió la ventana a su música de la mano del productor británico Guy Fletcher, grabando en Londres con músicos de Dire Straits, como el mismísimo Mark Knopfler, y la banda de música celta Capercaillie para ofrecer un álbum excepcional, arriesgado, en el que el flamenco conecta de manera natural con músicas de otras raíces, manteniendo la inspiración sureña envuelta en sonidos celtas. Amigo estrenó este trabajo en el Royal Albert Hall de Glasgow en la apertura del Festival Celtic Connection, donde cosechó el aplauso del público, lo que revalidó en Córdoba en el año 2015 en el Teatro de la Axerquía.