Es recurrente que cada vez que se registra algún accidente en la N-432 se reactiven las reivindicaciones para lograr la conversión de esta carretera en autovía. Es la tan ansiada A-81, que acumula más de dos décadas de demanda social. En todo este tiempo ha habido cortes de carretera y han nacido plataformas para defender la necesidad de una vía rápida que acumula siniestros, aunque, de momento, las peticiones han caído en saco roto.

A lo largo de toda la crisis, la conversión de la N-432 en autovía solo ha recibido en los Presupuestos Generales del Estado cantidades testimoniales de entre 100.000 y 300.000 euros, con las que se ha avanzado poco. El año pasado, los presidentes de las diputaciones de Córdoba, Jaén, Granada y Badajoz crearon una mesa de trabajo para reclamar la autovía mediante un manifiesto al que se adherieron 31 municipios, CECO, CCOO y UGT.

Pocos pasos se han dado desde hace un año a esta parte. Fuentes de Fomento explicaron a este diario la pasada semana que la autovía que unirá Badajoz con Granada, «a fecha de hoy, está en fase de estudio informativo». El año pasado, se supo que los trámites realizados en relación con la futura autovía debían empezar de cero al haber caducado los estudios informativos de sus dos tramos y los procedimientos de impacto ambiental. Mientras se espera, los accidentes se suceden. El último, ayer, con una nueva víctima mortal.